Internas: Las nuevas esclavas

Alfonso Jiménez
Escritor
24 de Julio de 2017

Hoy me han confirmado un caso desesperante. Sé que es totalmente cierto porque conozco a la persona que lo está sufriendo. Se trata de Lupe (nombre ficticio), una mujer boliviana que vino a España, hace años, con la ilusión de encontrar un trabajo que le permitiese ahorrar algún dinero para enviárselo a su familia muy necesitada de ayuda. Tras dar tumbos como limpiadora en diferentes sitios, recaló en un domicilio, cuyo caso relato a continuación.

Lupe encontró una familia que le ofreció un trabajo como cuidadora de un matrimonio de ancianos muy deteriorados en salud y movilidad. La familia contratante eran dos hijas que trabajaban y vivían lejos de sus ancianos padres y, por eso, Lupe debería atenderlos las 24 horas, por lo cual era inevitable trabajar como interna, laborando día y noche para los citados abuelos, ambos pensionistas que entre los dos cobraban un total de 1.600 euros mensuales, más sus pagas extras.

Con este presupuesto, las "buenas hijas" ofertaron a Lupe un sueldo mensual de 1.200 euros, cotizando a la S.Social por 4 horas(¡¡media jornada!!), con estas condiciones:

1) Vivir como interna los 365 días del año, con horario laboral de 24 h

2) Atender a la pareja en todas sus necesidades: levantarlos, asearlos, cambiar pañales, darles el desayuno y acomodarlos en sus sillones para ver la tele.

3) A continuación, Lupe debe limpiar la casa, poner la lavadora, guisar y dar de comer a los ancianos y, por la tarde, sacarlos de paseo ( al abuelo en un carrito) para airearlos.

4) Vuelta a casa para la cena y acostarlos; dormir pendiente por si reclaman ayuda a media noche.

5) Todo esto, repito, TODO EL AÑO, SIN VACACIONES NI DÍAS LIBRES.

Lupe aceptó sin dudarlo, puesto que le urgía enviar dinero a su familia, y así llevaba dos años agotada trabajando, pero hace poco que el anciano ha muerto y las "buenas hijas" han decidido modificar el contrato. A partir de ahora, el sueldo mensual será de 800 euros, pero con las mismas obligaciones y las mismas "generosas" condiciones: interna 24 horas, los 365 días del año, 4 horas cotizadas, sin vacaciones ni días libres.

Lupe está pensando en volver a su tierra. Está tan encadenada a su trabajo que algunos meses ni siquiera dispone de media hora para ir al locutorio a enviar el dinero a su familia. No puede seguir este régimen de esclavitud de por vida, pero sabe que, si ella se marcha, algunas compatriotas estarían dispuestas a cubrir su puesto quizás por menos dinero.

¿Hasta cuándo podrá resistir Lupe y otras muchas internas el plan de trabajo tan esclavo que todas sufren desde hace años? --comento yo ante unas conocidas.

- Todas, no –responde contrariada una de ellas– Mi interna tiene una hora libre diaria. Sólo son 23.

Entonces, queda claro que vamos mejorando. Muy claro.

 

Puedes leer más artículos de Alfonso Jiménez en su blog, "La Carpintería", picando en este enlace: http://alfonjimenez.blogspot.com.es/

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