Todos los partidos celebraron en reuniones en sus sedes, mostraron los carteles oficiales y lanzaron los primeros mensajes de una campaña que prometen cercana a los ciudadanos para trasladar sus programas y ganar su confianza
Dalda cree que no deberían entrar en la categoría de gastos de funcionamiemto el alquiler de la sede de un partido político –en el caso de Ciudadanos–, el de un local o un donativo benéfico –en el de IUCA– o los gastos de publicidad.