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La situación es dramática y el pueblo ha de soportar y sufrir esfuerzos muy dolorosos. Sube la luz, el agua, el gas. Las clases medias practican el malabarismo para pagar los impuestos y las bajas solo subsisten gracias a la beneficencia. El Gobierno recorta porque es imprescindible-, la oposición apoya manifestaciones contra los ajustes y se sitúa al lado de los perjudicados. Todo lo hacen por nosotros, por nuestro futuro, para salvar al país. La culpa es del BCE, de los mercados, de Zapatero, de Rajoy, de los ciudadanos que han vivido y siguen haciéndolo- por encima de sus posibilidades. El cinturón se quedó sin agujeros y el agua sobrepasó el cuello. Pero los políticos anidan en una burbuja insultantemente apartada de las penurias que han saturado a España de amargura.
Entretanto el país se desangra, el Partido Popular y el Partido Socialista ¿Obrero? Español se embolsan casi 25 millones de euros provenientes de subvenciones públicas en el primer semestre de este año 2012. Al igual que se emparejaron, por ejemplo, para proteger sus privilegios políticos en la Asamblea de Madrid cuando UPyD quiso limitarlos, ahora estas dos megaestructuras políticas toman la misma senda y no renuncian ni a una mísera parte de estas desmesuradas cantidades de dinero reunidas con fondos de todos los españoles. Bueno, todos no. Los que pagan impuestos.
La ciudadanía, asfixiada hasta el infinito, precisa de gestos solidarios de sus representantes. Y las señales que nos regalan son noticias tales como que Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, aun siendo propietario de tres pisos en Madrid, ingresa mensualmente 1.823 euros en concepto de alojamiento en la capital como diputado del Congreso.
Más cerca, la Junta de Andalucía no se resiste a innovar. El régimen se moderniza. Se ha reducido el número de delegados provinciales de once a seis-, pero el engaño consiste en la creación dos figuras novedosas. Los responsables de la Gestión de Recursos y los coordinadores de las Delegaciones Territoriales. Así se pasará de veintitrés altos cargos a treinta y cuatro. Más sitio para colocar a los amigos.
Y siendo indecente lo aquí relatado, no es lo peor. Lo terrible es que, según las últimas encuestas, un 65% de los votantes continuarían confiando en el binomio PP-PSOE en unas hipotéticas elecciones generales. La clase política se distancia cada vez más del pueblo, pero sus súbditos se empeñan en seguir persiguiendo su estela.
Manuel González García
Twitter: m_gonzalezgcia
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