¡Que viene la derecha!

31 de Mayo de 2011
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De aquí en adelante prometo no volver a cometer el clamoroso error de utilizar como sinónimos PSOE e izquierda. Con Izquierda Unida me lo pensaré según la ocasión. Sinceramente, hacía tiempo que no escuchaba a un político enumerar medidas económicas puramente de izquierdas o comunistas. En el día de ayer, observé un retazo de la conferencia pronunciada por Julio Anguita, excoordinador general de Izquierda Unida, en Carmona (Sevilla), el pasado mes de marzo. Recetó diez medidas con las que según él España saldría de la crisis económica que padece. Entre ellas, destacaban la separación absoluta del Estado y la Iglesia y la incorporación a la Administración Pública de todas aquellas empresas que en su día fueron privatizadas cuya vertiente revierte en servicios públicos. Evidentemente, no comparto su teoría, pero sí le concedo un alto grado de coherencia con sus principios, circunstancia que actualmente es muy difícil de percibir.

Los políticos españoles, por acotar el territorio, siguen fabulosamente los dictados de las marcas publicitarias a las que están afiliados. En los últimos tiempos, el discurso tanto del PSOE como de IU es, simultáneamente, similar, vacío y repetitivo. Quizás la falta de ideas de estas formaciones unida a la convicción de que es una estrategia que puede calar en los ciudadanos ha llevado a estos partidos a proclamar en cualquier rincón de nuestro país que a nadie se le ocurra votar al PP puesto que representa a la extrema derecha más retrógrada.

El Partido Popular representa unos ideales muy moderados dentro de la derecha europea. Véanse los casos de Francia, Suecia, Suiza, Italia o Finlandia para comprender lo que significa realmente una derecha dura. Que nadie se lleve a engaños, ni el PP va a eliminar las pensiones, ni va a expulsar a todos los inmigrantes, ni tampoco va a imponer la religión católica como obligatoria.

¿Qué nos quieren decir Cayo Lara o, a nivel local, Miguel Villa cuando vociferan que nunca apoyarán a la derecha? Lo único que persiguen es apropiarse del voto de aquellas personas, o descendientes de las mismas, que vivieron bajo el yugo de la Dictadura española hace ya casi 40 años. Posiblemente se olviden estos señores de que la Transición sirvió para que el pueblo español se perdonara mutuamente y mirara hacia delante, aunque el cadáver político Zapatero se haya empeñado en remover la memoria histórica.

Las ideologías cada vez están más difuminadas. Un ciudadano básico lo que desea es que su dinero lo administre gestores preparados y que los servicios públicos funcionen impecablemente. En todo caso, reservan las cuestiones ideológicas para casos muy puntuales. Bien harían IU o el PSOE en cambiar de táctica y criticar el programa o las propuestas del PP en vez de descalificarse a sí mismos tildando a los populares de derecha extrema.

Ni el PP es tanta derecha como lo intenta representar ni el PSOE o IU son tan de izquierdas como se califican. En Lucena, casi la única razón que aporta Miguel Villa, el candidato a la alcaldía por parte de IU, para no apoyar a Manolo Gutiérrez en su deseo de abanderar el cambio es que pertenece a la derecha.

Señor Villa, ¿en qué tanto se diferencian el PSOE y el PP, aparte del engaño perpetuo de los primeros? ¿Por qué ese odio a la derecha? El PSOE, al menos en Lucena, ha apoyado los toros, utiliza la Semana Santa como materia electoral, puesto que siempre vemos a nuestro alcalde presidiendo procesiones y se gasta el dinero que quizás no tengamos en los cohetes para festejar las fiestas de la Virgen de Araceli. ¿O es que yo no me he enterado y el alcalde, para ceñirse a sus postulados de izquierdas, ha renunciado a su sueldo de primer edil lucentino y sigue percibiendo lo que recibía anteriormente como profesor?

Por suerte o por desgracia, en este momento puntual que nos ha tocado vivir ya no persiste ningún aroma semejante a lo que ocurrió en Francia allá por 1791 cuando se conformó la Asamblea Nacional y los girondinos se situaron a la izquierda y los jacobinos a la derecha.
Globalmente, Lucena no es de izquierdas, de derechas, ni de centro. Lucena tan sólo le ha mandado un mensaje muy claro a José Luis Bergillos; lo quiere en la oposición porque ha rechazado sus maneras políticas y sus procederes económicos. Lucena ha proclamado vencedor a Manuel Gutiérrez y le ha regalado una oportunidad para que gobierne. Y, finalmente, Lucena sólo le ha otorgado a Izquierda Unida tres concejales para que ayude a la ciudad desde la oposición.

Manuel González García
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