Alberto Muñoz, manijero de La Pollinita: "Hemos vivido tiempos de muchísimas juntas; con derroche y despilfarro"

En su primera experiencia como manijero, resalta "la madurez y la sabiduría" como dos virtudes derivadas de su misión

11 de Marzo de 2016
 Alberto Muñoz, manijero de La Pollinita, en el Museo de la Santería. JESÚS RUIZ "GITANITO"
Alberto Muñoz, manijero de La Pollinita, en el Museo de la Santería. JESÚS RUIZ "GITANITO"

El Domingo de Ramos, década tras década, convierte a la familia Muñoz en habitantes de Jerusalén. La luz y la aparición de Jesucristo, entre vítores y aplausos, evocarán a Rosa Muñoz, la cuadrillera de La Pollinita. "Toda la santería irá dedicada a ella, no habrá ni un horquillo, ni una calle, ni una palma, ni una esquina que no nos recuerde a ella", confirma su sobrino Alberto José. "Ella es nuestra santería". Por ello, pide a sus santeros "respeto y dignidad", como símbolos del "legado" que Rosa transmitió a todos los que la conocieron. En su primera experiencia como manijero, resalta "la madurez y la sabiduría" como dos virtudes derivadas de su misión.

-¿Qué connotaciones diferentes incluye una santería tan familiar como la que este año está viviendo?

La santería de la Pollina se ha vivido desde siempre en mi casa de una forma totalmente diferente a las demás. Cada 10 años mi familia ha tenido el privilegio de que alguno de nosotros seamos los manijeros de este paso tan arraigado en la Semana Santa de Lucena. Somos concientes, por tanto, de la gran responsabilidad que tenemos para con el pueblo de Lucena. La diferencia con otras santerías la podemos encontrar en que la cuadrilla está formada por tíos, hermanos, sobrinos, primos y amigos de la familia. Las juntas son reuniones familiares donde la armonía reina y las emociones salen a flor de piel.

-Esta es la santería correspondiente a la cuadrillería de Rosa Muñoz Cañete, tía del manijero y madre y hermana de varios santeros. Le he escuchado decir, en alguna ocasión, que la cuadrilla está de luto porque, lamentablemente, Rosa, una mujer excepcional por muchísimos motivos, nos dejó demasiado pronto. ¿Cómo ha influido la figura de Rosa Muñoz en todo este año? ¿Qué homenaje le queréis brindar?

La pronta partida de mi tía Rosa ha dejado en mi familia una gran ausencia en todos los sentidos. Ella desde que mis abuelos fallecieron ha ejercido de matriarca de todos. Cuando tomé mi campana el Domingo de Ramos del año pasado no podíamos imaginar que este año no estaría junto a nosotros para disfrutar de su Pollina. Es por ello que esta santería ha cambiado en todos los sentidos, y es que siempre nos acordamos con mucho cariño de ella, en cualquier situación en la que tengamos que enfrentarnos. Hace diez años, cuando mi tío Javier mandó la Pollina, ella era la primera que asistía a las juntas, como cuadrillera que era. Este año esperábamos que fuera igual, por eso del gran vacío que ha dejado.

Mi tía era una amante de Lucena y de sus tradiciones, mujer muy creyente y aferrada a la fe, nos dejó patente un legado de respeto hacia la imagen que santeamos, siempre sabiendo que es Dios el que paseamos por las calles, Acercándolo a todos aquellos que durante el año no pueden verlo. Solo tengo palabras de gratitud hacia ella.

El mejor homenaje que podemos brindarle a ella es que este año  la Pollina salga con respeto y dignidad, que todos los que vamos debajo seamos conscientes de la Estación de Penitencia que estamos haciendo. Toda la santería irá dedicada a ella, no habrá ni un horquillo, ni una calle, ni una palma, ni una esquina, que no nos recuerde a ella. Ella es nuestra santería.

-Como santero joven, ¿qué le está aportando asumir y ejercer la responsabilidad de la manijería de Nuestro Padre Jesús en su Entrada en Jerusalén?

Aunque aún soy joven, esta manijería me está aportando bastante madurez y sabiduría en la santería. Me gusta escuchar los consejos de mi padre y de mis tíos para que el próximo Domingo de Ramos todo salga perfecto. Además, es muy gratificante descubrir que los santeros que he aviado para mi cuadrilla están respondiendo por mí muchísimo, en ningún momento me veo solo en esto, son conscientes de que esta santería es de todos y así la estamos disfrutando. Desde aquí darle las gracias a mi cuadrilla por el año tan bonito que me están haciendo vivir.

-¿Qué ha ocurrido en la santería para que haya tres pasos sin cuadrilla a estas alturas de la Cuaresma del año 2016?

Este es un tema que me da bastante pena, ver como tres hermosos pasos de nuestra Semana Santa no tengan manijero aún, es motivo de preocupación dentro de toda la población santera y cofrade de Lucena. No concibo, por ejemplo, que el momento culmen del Cristianismo, como es la Resurrección del Señor, motivo de nuestra creencia, no esté representado en nuestra Semana Santa, cuando es el acontecimiento más importante de toda la Pasión nuestro Señor. O que imágenes de tan valiosa talla como los del Carmen no encuentren manijero. Uno de los motivos puede ser, a mi corto entender, la falta de santeros en nuestro pueblo. También que en años anteriores un santero salía varias veces santeando durante la Semana Santa, y era un acto normal. Hoy en día, raro es el santero que sale dos veces, pues ya no está tan bien visto. Esperemos que estos problemas sean solucionados y que este asunto llegue a buen puerto y podamos gozar de una Semana Santa completa.

-¿Las juntas –y otras novedades como las juntas-esquina- se han desnaturalizado? ¿Los excesivos formalismos han ocultado la auténtica esencia?

La santería ha ido evolucionando con el transcurso de los tiempos, esto es un hecho que no se puede negar. Las juntas no son lo que eran y las santerías han variado mucho. Muchas de las aportaciones que se han realizado han sido para engrandecer nuestra Semana Santa.

Respecto al tema de las juntas, soy partidario de que las juntas sean las justas, no me gusta aburrir con excesivas juntas a los santeros. Hace pocos años hemos vivido unos tiempos donde había muchísimas juntas, en las cuales el derroche y el despilfarro eran el "pan nuestro de cada día", desvirtuando la esencia natural. Ahora la cosa ha mejorado y ya se hacen juntas más acordes y no tan excesivas. No hace falta gran cosa para echar un rato agradable con tus familiares y amigos, como se dice, da igual cómo o dónde si la compañía es buena.

Las juntas esquinas pienso que son momentos en los que los esquineros y sus santeros pueden hacer más "piña" y ganar confianza. A fin de cuentas, cuando se está debajo de la madera si ocurre algo (que Dios no lo quiera) son ellos con los que tienes que contar y necesitas con ellos confianza, que durante estas juntas se puede ganar.

Me gusta que las juntas sean coloquios entre amigos, con ratos de charla, cante y risas, no es necesario tanto formalismo ahí. Sí que soy partidario del formalismo el día de la Estación de Penitencia, pues es un día donde el respeto debe estar en todo momento presente y que la elegancia no brille por su ausencia, son festividades donde todo el pueblo se pone en la calle y esperan mucho de nosotros, por tanto, no se les puede fallar.

-¿Qué se tendría que recuperar de la santería de anteriores generaciones?

De lo que me han contado de la santería de anteriores generaciones, yo me quedaría con que con cualquier cosa se hacía una junta, con un perol y solo vino. Mi padre me contó de juntas con pollos asados y de potajes, pues lo verdaderamente importante era mantener un rato de encuentro y disfrute con los santeros, no se necesitaba más nada.

-¿Por qué nunca en Lucena se ha afianzado una asociación como la Peña el Santero?

Supongo que somos los mismos santeros los que no hemos dejado que este tipo de asociaciones tenga la oportunidad de tener un papel relevante de nuestra Semana Santa. Sería un tema del que deberíamos reflexionar, pues todo lo que sea mejorar y engrandecer nuestra Semana Santa debe de ser bienvenido por todos.

-¿Sería positivo limitar la exposición pública de diferentes momentos de la santería?

Hay momentos dentro de la santería que cada santero vive de una manera u otra, donde las emociones pueden brotar en cualquier momento. En este mundo donde la externalización y la exposición pública se han acrecentado con el aumento de la globalización, estas vivencias son publicadas en las redes sociales para que todos seamos participe de ello.

Supongo que los momentos más íntimos y las charlas donde el manijero habla a sus santeros de asuntos de la santería, pues ha confiado en ellos y no en otros, sí estaría bien limitar un poco esta exposición pública. Pero después hay otros momentos que no hace falta limitarlos, pues de esta forma se pueden hacer participes de vivencias a otras personas que les guste mucho esta tradición y por diversas circunstancias no la puedan vivir.

-¿Cómo prevé que transcurrirá el porvenir de la santería?

El porvenir de la santería supongo que seguirá formalizándose y que se le dará muchísima más importancia a la estética de los santeros y de los pasos, pero estoy seguro de que la tradición nunca se perderá. Lucena somos un pueblo que amamos nuestras tradiciones y nos gusta mantenerlas. Y la santería es la gran tradición lucentina, la idiosincrasia de nuestra Semana Santa es la santería, y todos somos responsables de mantenerla y de enriquecerla.

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