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El Pregón de Semana Santa pronunciado anoche por Juan Carlos Jurado marcó el punto de partida de la Semana de Pasión de Lucena. El espléndido marco de la iglesia parroquial de San Mateo acogió el acto, organizado por la Agrupación de Cofradías, que se iniciaba con la entrega del Premio Cofrade Manolo Ramírez a título póstumo y con carácter extraordinario a Rafael Mora Cuenca, fallecido el pasado 30 de marzo de 2011, Hermano Mayor de la Hermandad de la Soledad desde el año 2002 hasta 2010. Se premiaban así dos décadas de entrega ejemplar y servicio de Rafael Mora a su cofradía, primero como cofrade, más tarde como tesorero de su Junta de Gobierno y finalmente como máximo responsable de la misma. El galardón fue recogido por su viuda, Concepción Moscoso, que dirigió unas breves palabras de agradecimiento a la Agrupación por un premio que supone "un momento agridulce" para la familia por no poder disfrutarlo junto a su verdadero protagonista.
Tras la entrega del merecido premio, tomaba la palabra Manuel Gutiérrez Molero, que ayer fue el encargado de hacer las veces de presentador del pregonero. De forma breve y sencilla, dejando todo el protagonismo al pregonero, Gutiérrez destacó el compromiso cristiano, cofrade, santero y personal de Jurado, al que le une una sólida amistad y profundo respeto. Se refirió Gutiérrez al todavía reciente pregón de Ntro. Padre Jesús Nazareno pronunciado por Jurado y se mostró convencido de su sobrada capacidad para abrir con brillantez este pórtico de la Semana Santa de Lucena.
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Juan Carlos Jurado escogió los pecados capitales como hilo argumental de su pregón. A cada pecado una virtud, representada en un día de nuestra Semana Santa. El Amor del Martes Santo frente a la envidia, la humildad del Miercoles Santo del Valle frente a la soberbia, o la diligencia, el esmero y el trabajo bien hecho de las cofradías del Jueves Santo lucentino frente a la pereza, fueron llenando de contenido su pregón. Mezcló Jurado la prosa, para describir cada pecado y la forma en la que se evidencia en el día a día de nuestra sociedad, y el verso, para rematar cada parte realizando un recorrido poético, íntimo y personal, por cada día de la semana y cada una de las imagenes que se procesionan en nuestra ciudad, como forma en que los lucentinos y lucentinas realizan su particular redención, para concluir con la Resurrección "como perdón de nuestros pecados" y preludio del encuentro con María Stma. de la Araceli. El pregón tuvo momentos de gran intensidad, que arrancaron el aplauso de los asistentes.
En la parte musical, Miguel Ángel Gómez dirigió a la Sociedad Didáctico-Musical Banda de Música de Lucena, que interpretó distintas marchas procesionales a lo largo del acto.
El pregón contó con la asistencia del alcalde de Lucena, Juan Pérez, acompañado por buena parte de la corporación municipal, el presidente de la Agrupación de Cofradías, Antonio Díaz, y su Junta de Oficiales, y el Vicario de la Campiña y párroco de San Mateo, Jesús Poyato, así como hermanos mayores y miembros de las distintas cofradías lucentinas. A partir de hoy, esas imágenes que Juan Carlos Jurado convirtió ayer en protagonistas de su pregón, seran la encargadas de tomar las calles para mostrar, un año más, repitiendo el rito, la Pasión según Lucena.
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