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Desde que comenzamos nuestra andadura hemos intentado acercar a nuestros lectores a distintas facetas de la Semana Santa. En esta ocasión conocemos otro de los elementos, que a pesar de su sencillez, se convierten en producto esencial. Se trata de las velas con las que los hermanos de las cofradías alumbran las calles y acompañan a los diferentes pasos en las estaciones penitenciales, las que iluminan a las imágenes en los tronos o las que decoran las iglesias.
Con ellas se cumplen promesas, se embellecen los itinerarios, pero ¿de dónde proceden? En la vecina localidad de Cabra hay una empresa, Velas Ridaura, que lleva setenta años dedicada a la fabricación de las ceras. Estas se elaboran de la misma manera que hace siete décadas. Es un proceso totalmente artesanal y consiste en ir dando baños de cera a la mecha de algodón hasta que se obtiene el diámetro deseado. Su actual gerente, Eduardo Ridaura, afirma que actualmente ya tenemos la fabricación parada, ahora nos encontramos embalando y sirviendo pedidos.
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Esta empresa egabrense fabrica la mayoría de las velas que se utilizan en la Semana Santa lucentina. No sabría enumerar la cantidad de velas que servimos a Lucena, si que puedo decirle que atendemos a la mayoría de hermandades y le tenemos gran aprecio a la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno, ya que ha sido cliente nuestro desde la fundación de nuestra empresa en 1940 hasta el día de hoy, continúa.
En cuanto al tema de la crisis económica Ridaura aclara que las cofradías también están sufriendo este mal, siempre han estado limitadas económicamente y ahora en tiempos revueltos mucho más, lamentablemente esta situación se transmite a nuestra empresa que ve pedidos de velas más pequeñas y de menos cantidad ya que aprovechan los sobrantes de otros años. También hay que recordar que a esto se suma la lluvia de la Semana Santa del año pasado lo que ha hecho que el 80% de su clientela se quedara sin realizar el desfile procesional por lo que tienen las velas del año pasado intactas. Y es que la situación meteorológica, de la que están pendientes ya manijeros, hermanos y cofrades, es una de las mayores preocupaciones que tienen en este momento y que puede determinar, no solo el salir o no, sino que la fabricación de velas se vea afectada.
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Araceli Redondo
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