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La temida y anunciada lluvia apenas hizo acto de prensencia en esta primera jornada de la Semana Santa y las tres cofradías del Domingo de Ramos pudieron realizar sin problemas sus estaciones penitenciales ante un numeroso público que llenó las calles de los recorridos oficiales.
Con media hora de retraso como medida de precaución ante la posibilidad de precipitaciones, a las seis y media de la tarde, La Pollinita abría las puertas de San Mateo y con ello, de forma simbólica, las de nuestra Semana de Pasión. La hermosa imagen de Jesús a lomos de la "borriquilla" rodeado de palmas, ponía la nota de color y el primer torralbo de nuestra Semana de Pasión en una tarde todavía otoñal con frío y viento, en la que muchas miradas estuvieron pendientes de una lluvia que apenas hizo acto de presencia durante breves minutos en el inicio del desfile procesional.
El retraso inicial obligó a la cofradía a recortar parte de su recorrido, optando por no bajar hasta el llanete de San Francisco, y tomar la calle El Agua a través de la calle Maristas.
Joaquín Galindo, con Pachi Gómez en la esquina izquierda, Rafael Morales en la esquina de la Salud y Manuel Jiménez "Cívico" en la esquina mala, y el consejo de su padre Pepe Galindo como "manijero porrilas" y el resto de su cuadrilla de santeros, fueron los encargados de dar a la pollinita de San Mateo su característico paso por las calles de Lucena, sobre el tradicional trono de madera tallada, en color caoba de estilo neobarroco, con esa característica candelería de tulipas de opalina blanca que lo hacen único.
Abrió el paso de la Pollinita, en su estreno acompañando a una cofradía, la Agrupación Musical del Stmo. Cristo de la Humillación y Servitas, de la cofradía homónima lucentina, a la que tendremos oportunidad de ver varios días más en nuestra Semana Santa.
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