Rebeldía en el desierto (Lucena 2 San Fernando 2)

21 de Septiembre de 2015
 Antonio López templa el balón con su pierna derecha. SERGIO RODRÍGUEZ
Antonio López templa el balón con su pierna derecha. SERGIO RODRÍGUEZ

La soledad endémica que han padecido los futbolistas y el cuerpo técnico –entrenador y preparador físico- del Lucena los convierte en las víctimas inocentes de un proceso irreversible. La hipertrofia desbordaba e inconsciente de un club anclado a los sentimientos y costumbres más primarios deviene en una agonía previsible y lógica al mismo tiempo que dolorosa e inopinada. El túnel que transformó al Atlético Lucentino Industrial en el Lucena CF supuso más que un simple bautizo en la madurez. Mientras a la fachada se le superpusieron brillantes y alhajas, la estructura primitiva permaneció intacta y más acorde a los asientos de piedra del viejo Municipal que a los fastuosos diseños de Mark Fenwick.

Paulatinamente, las luces que irradiaban los focos que alumbraban los éxitos se apagaron ante las sombras de los juzgados donde se dirimía el futuro de la entidad. Los inolvidables triunfos deportivos desprendían un aroma efímero y la sólida base social de la década de los noventa había desaparecido frente a una hinchada pasajera y únicamente abonada a las victorias.

A la defunción insuperable se le solía esquivar con algún requiebro providencial. La imaginación borraba constantemente la extinción definitiva. Hasta que las gradas se vaciaron, la publicidad desapareció de la sala de prensa y las lágrimas sonrojaron los ojos de Javi Sánchez, un portero que demostró unas aptitudes sobresalientes en el duelo contra el San Fernando -finiquitado con un equilibro a dos goles- antes de comparecer con Jony Lomas, el primer capitán, y con el entrenador Juanlu Bernal para certificar una renuncia digna y forzosa.

Casi dos meses después de arrancar un ciclo turbulento, los futbolistas del Lucena arrostraron al inalcanzable San Fernando sin haber recibido todavía ninguna remuneración por su labor y con las piernas exhaustas. Un palco huérfano de autoridades y directivos –Eduardo Bouzón y Javier Martí Asensio, presidente y vicepresidente optaron por ausentarse- presidió un choque que certificó la capacidad de reacción física y mental de los hombres del Lucena.

La notable presencia de seguidores isleños y la testimonial afluencia local rodeó un encuentro espoleado por el conjunto de Pepe Mesegosa y engrandecido por el pundonor del bloque lucentinista. Los dos tantos iniciales de un superlativo Ñoño, el primero tras un rechace de la retaguardia del Lucena y el segundo al resolver en solitario un globo de Sergio Castillo, aumentaron aún más el corazón de los pupilos de Juanlu Bernal que también se aprovecharon del exceso de confianza y la automática soberbia del San Fernando.

Los vuelos de Carraña por el lateral derecho, la maestría al mover la batuta de Sergio Iglesias y las indestructibles operaciones de Antonio López en la vanguardia exaltaron a un Lucena ávido de sonrisas en el último servicio. Un saque de esquina del mencionado Sergio Iglesias lo violentó Félix Sáncha con su testa a la red y los relámpagos del San Fernando se limitaron a las galopadas de Ñoño. Dani Martínez se topó constantemente con un incomensurable Javi Sánchez y a Chechu Córdoba le faltó convicción en un desafío con Sergio Castillo.

Los disgustos en el banquillo de Masegosa se tradujeron en tres sustituciones tempraneras estériles. Únicamente se libró del anonimato Carlitos. El dominio posicional del San Fernando en tres cuartos de cancha lo degrado el Lucena con solidaridad y contragolpes.

En las oportunidades desde los once metros también se impuso el Lucena. Gabi interceptó con la mano un obús de Vega en el interior del área y, aunque Fran detuvo la pena máxima cobrada por Sergio Iglesias, Antonio López se apoderó del rechace e igualó el marcador. Poco después, Soto pateó a Ñoño en un lugar prohibido y Dani Martínez, al lanzar el penalti, estrelló el esférico en el larguero. Las ocasiones se alternaron en el ocaso y el Lucena se regaló a sí mismo una reafirmación postrera de su potencial y valía. Los aplausos en el círculo central como epílogo anunciaron una despedida coral. El porvenir es negro. Como nunca lo fue.

FICHA TÉCNICA:

2.-LUCENA CF: Javi Sánchez; Carraña, Félix Sancha, Soto, Álex Vázquez; Sergio Iglesias (Abou, min.87), Belfortti; Chechu Córdoba (Rafa Roldán, min.86), Juan Roldán (Montero, min.62), Vega; y Antonio López.

2.-SAN FERNANDO CD: Fran; Gabi, Solano, Sergio Castillo, Amarito; Pablo Vázquez, Jorge Herrero (Francis, min.57); Mario (Ceballos, min.46), Ñoño, Dani Martínez; y Edgar Agudo (Carlitos, min.46).

GOLES: 0-1, min.3: Ñoño; 0-2, min.10: Ñoño; 1-2 min.21: Félix Sancha; 2-2, min.57: Antonio López.

ÁRBITRO: Reyes Estévez, del colegio granadino. Amonestó a los locales Félix Sancha, Montero, Rafa Roldán y Soto y a los visitantes Gabi y Fran.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la sexta jornada del grupo X de Tercera División, disputado en el estadio Ciudad de Lucena en presencia de unos 80 espectadores.

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