El valor del corazón (Lucena 1 Coria 1)

Los discípulos de Falete cayeron sobre el césped por el trueno final y manifestaban esperanza en sus rostros cuando se despedían del estadio. El homenaje que prefieren es una solución real y urgente que les permita seguir practicando el balompié con la camiseta del Lucena.

20 de Diciembre de 2015
 Robles pugna con un rival por el balón. SERGIO RODRÍGUEZ.
Robles pugna con un rival por el balón. SERGIO RODRÍGUEZ.

Poderes humanos como la dignidad, el pundonor, el orgullo, el compañerismo y la gallardía se sublevaron contra una realidad imposible, la orfandad constante y otro disparo de una fortuna cruel. Los futbolistas del Lucena se sobrepusieron a los obstáculos endógenos y ajenos y actuaron como protagonistas de un documental con las sensaciones más excelsas del fútbol como argumento principal. La incomprensible expulsión de Miki Ruiz en el primer tiempo acrecentó la gesta de un equipo magnánimo que desparramó sacrificio y resistencia hasta la extenuación.

Desde Gonzalo Prieto, un arquero de 16 años, originario de Benamejí y que exhibió unas cualidades sobresalientes y una compostura veterana, hasta, por ejemplo, Colo, un delantero juvenil, de procedencia sudamericana, y que corrió  desafiando sus límites, los pupilos de Rafael Carrillo se opusieron pétreamente frente al Coria sin más recursos que sus propios cuerpos.

Estos inmensos jugadores son los únicos que ostentan razones extraordinarias para modificar la decisión de un técnico cordobés que se decanta por marcharse el próximo martes de un club maltratado por los dirigentes forasteros y vilipendiado por una afición indiferente. Los solitarios titanes de la hierba, sin agua potable, dinero para viajar y gastando el dinero de sus familias o el que obtienen en sus respectivos trabajos, pretenden seguir porque son irreductibles, estiman al club más que demasiados nativos y el refugio del vestuario lo consideran una ermita a la que siempre desean regresar.

Los aplausos de sus allegados y familiares y de algunos seguidores perennes reconfortaron a los integrantes del Lucena. Juanvi, un chaval en vertiginoso progreso, ocupó el lateral izquierdo y Torralbo, la bandera lucentina del cuadro azulón junto al imperial Antonio Calzado, se desempeñó en el extremo diestro.

El inicio confuso del choque se caracterizó por las transiciones rasas y la energía desbocada de la tropa comandada por Falete. Una fila más atrás del entrenador se ubicó Juan Ramón Osuna, teórico nuevo integrante de la directiva. El escudero de Eduardo Bouzón compareció en el Ciudad de Lucena unos minutos después del comienzo del partido y se retiró sin establecer contacto con el vestuario.

El mediapunta Melo dirigía a un Coria anestesiado frente a  un Lucena convencido de su capacidad. Los de Mariano Suárez penetraban con facilidad en el área opuesta y, en una de las aproximaciones, Kike superó a Carraña y cruzó en exceso el cuero ante la figura de Gonzalo Prieto.

Antes del cuarto de hora, Juanvi emuló a un gigante por la banda siniestra, Torralbo reinó en el primer palo y Miki Ruiz instaló el esférico en las redes de Isco. El tanto aportó seguridad y confianza al Lucena y el Coria chocaba inocentemente contra una retaguardia que evolucionó notablemente.

El bloque amarillo fabricaba balompié horizontal en tres cuartos de cancha y Kike desperdició una oportunidad cristalina al dirigir erróneamente una vaselina. Las dos tarjetas amarillas mostradas a Miki Ruiz –una atribuida a una protesta y otra al considerar el árbitro que entró y salió del campo sin el permiso pertinente- amplificaron la proeza del Lucena.

Profesionales sanitarios atendieron en el descanso a un Sancho desfallecido. El Lucena se sacrificó infinitamente en el segundo capítulo con dos líneas ancladas por el mariscal Manuel Soto. El Coria envidó con dos arietes, Dani Casado y Kike. Las intervenciones de Gonzalo Prieto, las coberturas defensivas y las incesantes ayudas de los lucentinistas obligaban a los visitantes a realizar estériles lanzamientos lejanos.

Pedro, Juan José, Melo y Luis malgastaron sucesivas llegadas a la frontal del Lucena. La lección moral ofrecida por unos jóvenes pasionales e inagotables sucumbió –solo en el resultado- por el gol de Dani Casado en el momento más doloroso. Los discípulos de Falete cayeron sobre el césped por el trueno final y manifestaban esperanza en sus rostros cuando se despedían del estadio. El homenaje que prefieren es una solución real y urgente que les permita seguir practicando el balompié con la camiseta del Lucena.

FICHA TÉCNICA:

1.-LUCENA CF: Gonzalo Prieto; Carraña, Robles, Antonio Calzado, Juanvi (Colo, min.84); Manuel Soto, Hornero, Montero; Miki Ruiz, Sancho (David Soto, min.46) y Torralbo (Vega, min.65).

1.-CORIA CF: Isco; Juanma (Lebrón, min.46), Luis, Juan Carlos (Dani Casado, min.46), Juan José; Isco Ortega (Álvaro, min.63), Carlos Ávila; Chuli, Melo, Pedro; y Kike.

GOLES: 1-0, min.10: Miki Ruiz; 1-1, min. 89: Dani Casado.

ÁRBITRO: Árbitro: Gil Sergio, del colegio almeriense. Expulsó a Miki Ruiz, por doble amonestación, a Miki Ruiz, en el minuto 38. Amonestó a los visitantes Kike, Dani Casado y a los locales Robles y Antonio Calzado.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada vigésimo primera del grupo X de Tercera División, disputado en el estadio Ciudad de Lucena en presencia de unos 150 espectadores.

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