El ayuntamiento también tendrá que adquirir un edificio protegido de la calle Condesa Carmen Pizarro tras solicitar los propietarios su expropiación

Cantizani indica que "se trata del mismo caso que la casa popularmente conocida como 'La Tercia', en el paseo del Coso, con el que este segundo inmueble está comunicada" y cuya compra ha sido cerrada en más de 700.000 euros, incluida parte de una cochera como acceso.

25 de Septiembre de 2016
Condesa Carmen Pizarro
Condesa Carmen Pizarro

El concejal de Urbanismo, José Cantizani, ha confirmado que el ayuntamiento se verá "obligado" a adquirir el inmueble que ocupa el número 8 de la calle Condesa Carmen Pizarro, después de que sus propietarios hayan solicitado al consistorio la expropiación del mismo, a la que viene obligado el Ayuntamiento de Lucena en virtud de lo indicado en el Plan General de Ordenación Urbana, en cuya ficha figura este palacete barroco como "edificio protegido" sujeto a enajenación para su incorporación al patrimonio local.

Cantizani aseguró que "se trata del mismo caso que la casa popularmente conocida como 'La Tercia', en el paseo del Coso, con el que este segundo inmueble está comunicada" por lo que "tenemos la obligación de iniciar las negociaciones una vez que sus propietarios lo han solicitado". El edil socialista añadió que "por el momento desconocemos que cantidad pretenden obtener por el edificio, dado que no se indica en la solicitud, por lo que estamos pendientes de sentarnos con ellos para conocer sus pretensiones". No obstante, Cantizani indicó que "vamos a intentar alcanzar un acuerdo para evitar que el asunto tenga que ser dirimido por la Comisión Provincial de Valoración". Así, todo apunta a que el coste de esta edificación será superior al del Coso, fijado por dicha comisión en 595.000 euros.

El edificio, ocupado como vivienda en su planta superior y utilizado como local de copas en planta baja, aparece definido en el Plan General de Ordenación Urbana como "antiguo palacio, modificado el interior, que comunica con la antigua Tercia, con fachada de dos plantas, bastante modificada en planta baja donde se abre una puerta adintelada entre pilastras y balcón en planta principal a eje con la puerta y cierre" que responde a características constructivas y estilísticas del estilo Barroco pleno, fijando su construcción entre los siglos XVII y XVIII. La misma ficha indica que "la fachada, de fábrica de ladrillo, está bien resuelta, siendo una muestra más del barroco civil lucentino" y destaca como elementos de interés del inmueble "la portada y huecos de planta alta con sus elementos decorativos".

La compra de este edificio es la tercera de sus características a la que se ve obligado el ayuntamiento, tras la de las antiguas Bodegas Víbora y la de "La Tercia", en El Coso, prácticamente cerrada, y podría no ser la última, ya que el nexo de unión entre La Tercia y la este segundo edificio se concreta a través de un patio de un tercer propietario.

 

MÁS DE 700.000 EUROS, PRECIO FINAL DE 'LA TERCIA'

Y es que la solicitud de expropiación de este palacete barroco ha venido a coincidir en el tiempo con el cierre de las negociaciones para adquirir mediante el mismo sistema la casa de La Tercia, para el que se ha fijado finalmente un valor ligeramente superior a los 600.000 euros –similar al establecido como justiprecio por la Comisión Provincial de Valoración–, al que habrán de sumarse otros 108.000 euros por la adquisición de parte de una cochera, situada en la planta baja, único acceso posible al edificio en estos momentos. Según explicó José Cantizani, el acuerdo es "total" y esta pendiente tan solo de que se reúnan los abogados de las dos partes para rubricarlo documentalmente. Junto al precio, se estipulará el pago aplazado del mismo en tres años –de 2016 a 2018– estableciéndose también el pago de los intereses correspondientes a las cantidades aplazadas. La cantidad final es inferior a los 800.000 euros solicitados por los propietarios, aunque muy superior a los apenas 200.000 euros que ofreció en su día el Ayuntamiento.

El pleno del ayuntamiento de Lucena ya dio hace unos meses luz verde a una modificación de crédito por valor de 595.885 euros para hacer frente al justiprecio establecido por la Comisión Provincial de Valoración para la expropiación forzosa del edificio.

"La Tercia" es un inmueble de tres plantas, baja más dos, con una superficie de 800 metros cuadrados. Tradicionalmente se ha considerado que pudo albergar en el medievo la antigua escuela talmúdica de Lucena, opinión que los historiadores consideran aventurada, habida cuenta de que la zona se encontró en su momento extramuros de la ciudad judía.

El edificio de La Tercia tuvo durante dos siglos un uso de almacén de grano, como aún atestiguan algunos de los elementos que conectan sus distintas plantas. Actualmente se encuentra integrado en una vivienda. De planta basilical, sus características permiten ubicarlo en el estilo barroco tardío, y pudo ser edificado en su estructura actual en la primera mitad del siglo XVIII. La tercia tiene planta rectangular, dividiéndose en tres naves, separadas por gruesos pilares rectangulares con esquinas achaflanadas y cubiertas por bóvedas de arista. El acceso se hace a través de una portada de piedra de arco de medio punto ante la cual hay un cuerpo, de longitud similar a un tramo de la nave, y del que arrancaban las rampas del patio por las que accedía el ganado. La primera planta fue dañada en la Guerra Civil, siendo reconstruida posteriormente, perdiéndose entonces el acceso para los animales de carga.

 

SIN PREVISIÓN DE USO

Tanto el edificio del Coso como el de la calle Condesa Carmen Pizarro gozan de protección integral, por lo que el ayuntamiento no solo viene obligado a comprarlos, sino también a mantenerlos, sin que por el momento se vislumbre un uso concreto para los mismos, después de que el consistorio haya rehabilitado en los últimos años los palacetes de los Condes de Hust como biblioteca; de los Condes de Santa Ana como Centro de Interpretación de la Ciudad y Oficina de Turismo, y, más recientemente, la Casa de los Mora, cuyo plan funcional aun no está cerrado. A ello se suma la necesaria intervención en las Bodegas Víbora, inconclusas pese a la intervención de una escuela taller y para las que tampoco se ha definido uso final, habiéndose barajado la posibilidad de convertirlas en sede de la policía local, centro de día de mayores o edificio cultural.

No obstante, las respectivas fichas urbanísticas de los mismos indican que deben ser destinados a uso "social o cultural". Cantizani indicaba esta semana que "alguna idea sobre su utilización hay" aunque incluso apuntó la posibilidad de convocar en su momento un "concurso" sobre el posible destino de ambos inmuebles, que previamente deberán ser rehabilitados para su uso público, aunque según el edil lucentino "están bien conservados".

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