Circular por el centro de Lucena en horas punta se ha convertido en los últimos meses en una aventura para conductores y conductoras con nervios de acero y paciencia sin límites. Los primeros atisbos de recuperación económica han traído consigo un notable incremento del tránsito rodado en un casco urbano que en los últimos años ha sufrido una progresiva peatonalización y los problemas de hace una década se hacen ahora más evidentes. Las soluciones deben llegar de la mano del Plan Director de Tráfico, en el que el ayuntamiento viene trabajando desde hace meses y cuyo documento inicial está ya en su fase final.
La evidencia de que las más de 400 plazas de estacionamiento del aparcamiento subterráneo de la Plaza Nueva comienzan a quedarse cortas para el flujo de vehículos en el casco histórico llama a buscar soluciones inmediatas.
Teresa Alonso, responsable municipal de la Entidad Pública Empresarial Local Aparcamientos de Lucena (EPEL) confirma que en los últimos meses la ocupación media en el único parking público del centro de la ciudad ha crecido por encima del setenta por ciento y cada vez es más habitual que se cuelgue el cartel de 'completo' ante celebraciones especiales.
Así, ante la cercanía de fiestas como la Semana Santa o las Fiestas Aracelitanas, se están coordinando todos los esfuerzos municipales en una doble línea de actuación.
De una parte desde delegaciones municipales como Seguridad Ciudadana, Movilidad y Turismo se está ultimando la señalización y definición de una red de aparcamientos disuasorios de la circulación por el centro. "Se trata de bolsas de estacionamientos alrededor del centro, que permiten alcanzar el casco histórico en un tiempo de 5 a 10 minutos a pie o utilizando el transporte público", señala Alonso. En esta situación se encuentran los emplazamientos del antiguo recinto ferial, los aparcamientos de las piscinas cubiertas, los viales del plan parcial existente junto a la Puerta de la Mina o las calles adyacentes a los institutos Marqués de Comares o Juan de Aréjula. "Son espacios abiertos, gratuitos y no vigilados" que pueden ser usados para descongestionar el acceso en coche al centro histórico", señala Alonso, que calcula en más de 400 las plazas de estacionamiento existentes en estas zonas.
A ellos se suma la prospección de solares privados situados en la almendra central de la ciudad que esta realizando la propia EPEL. En estos momentos son tres los solares cuyo arrendamiento está negociando esta entidad municipal, todos ellos situados en la zona noreste de la ciudad, entre San Francisco y Llano de las Tinajerías. "Son solares con capacidad para unos 80 vehículos, que pretendemos poner a disposición de los lucentinos en breve, y que sí serán gestionados desde la EPEL y tendrán un coste simbólico para el usuario, sensiblemente inferior al del parking de la Plaza Nueva, al que deben servir como apoyo a diario y en momentos de especial densidad del tráfico.
Por último la ciudad cuenta en zonas relativamente céntricas con algunos núcleos adicionales de estacionamiento gestionados por la asociación PM40, como el solar de la antigua comisaría, en plaza del Mercado, o la antigua bodega del Carmen.
Alonso considera que la creación de un nuevo aparcamiento subterráneo "debe ser estudiada por una nueva corporación municipal". Actualmente a la EPEL solo le restan unos diez años para concluir el pago del subterráneo de la Plaza Nueva, " ya casi se autofinancia y cada vez precisa una menor aportación municipal". A título particular Alonso considera que "por el momento, sería muy difícil dar viabilidad a otro parking de estas características" debido a su alto coste económico y a la inexistencia de una demanda suficientemente contrastada. Para el próximo equipo de gobierno quedará el estudio de esta alternativa, para la que se barajan escenarios alternativos al centro y que siempre han estado sobre la mesa, como la avenida del Parque, El Carmen o el Llano de las Tinajerías.
