Un testigo estimulado por el ánimo de acercarse a un fenómeno tan interesante como la santería. Francisco López Salamanca, cronista oficial de la ciudad, explicó de esta manera la raíz del libro La santería de ayer y de hoy, escrito por Agustín Carrasco y que se conoció públicamente en la noche del pasado viernes. El salón de los espejos del Círculo Lucentino se transformó en el espacio de una regresión colectiva que condujo a los asistentes hacia la historia de los primeros santeros.
Prologado por Manuel Gutiérrez Molero, vicepresidente tercero de la Diputación de Córdoba, el autor "bucea en los documentos que se la han ido proporcionando, analiza esta tradición local y pretende conservar la memoria de figuras destinadas al olvido", en palabras del académico que lo introdujo.
"Admiro a Agustín por su gran curiosidad", afirmó López Salamanca quien, apuntó, que aunque el nacimiento de la santería se sitúa en los años finales del siglo XIX, en la obra "se trata de relacionarla con épocas anteriores ya que los pasos procesionales salen desde el siglo XVI; una hipótesis valiente y atrevida para buscar un nuevo de arranque para la evolución".
En palabras del artífice, la razón de su creación es el interés "por los santeros veteranos, para que queden plasmados en el futuro". Las páginas de un documento cuyos beneficios se destinarán a Amara –el precio es de 10 euros- incluyen referencias a santeros desde el año 1885. "Después los pasos empezaron a sacar los timbres y tambores y a coger el compás".
Adentrado en el siglo XX, hay recopilaciones de cuadrillas. "La edad de oro de la santería está comprendida entre el 1975 y la década de los 90", sostiene Agustín Carrasco. "Ahora prácticamente está en su justa medida; se ha avanzado y progresado para mejor".
MANUEL GONZÁLEZ
