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Convertir a Lucena en punto de peregrinaciones desde distintos puntos del país e incluso desde fuera de España y a la devoción por María Stma. de Araceli en un elemento más de dinamización económica, buscando un espacio en el sector del turismo religioso, es el objetivo de la segunda fase de la "Ruta Aracoeli", que ayer cerraba su primera etapa con una rueda de prensa en la que el peregrino Juan Miguel de la Rosa explicaba los detalles de esta aventura que durante noventa días le han llevado a recorrer a pié por caminos y carreteras de España, Francia e Italia los 2.500 kilómetros que separan a Lucena de Roma, y al Santuario de la Virgen de Araceli del templo de la Madonna de Aracoeli, en el Monte Capitolino de Roma.
Según explicó en nombre de la Federación de Empresarios UNICA, Antonio Rabasco, "llegar a Roma era la parte más emotiva del proyecto, que realmente empieza ahora, con el objetivo de convertir a Lucena en punto de encuentro de peregrinos, tanto de salida como de llegada". Para ello se pondrán en marcha distintas iniciativas. Así, UNICA promoverá la colocación de un monolito en el Santuario, que marcará el punto cero de la Ruta Aracoeli y la realización de un estudio, con la Universidad de Córdoba y la participación de distintas administraciones, sobre las devociones marianas de la comarca, su potencialidad como recursos turísticos, las necesidades que exigiría su puesta en valor a nivel de alojamientos, duchas o servicios de distinta índole.
En una última fase, sería ya el sector empresarial, el que debería crear paquetes turísticos y buscar las fórmulas más adecuadas para su comercialización.
Según explicó Antonio Toro, presidente de la federación, se trata de conseguir convertir a Lucena "en centro de atracción turística, también a través de la devoción a la Virgen de Araceli", una idea que el alcalde de nuestra ciudad, Juan Pérez, consideró "un proyecto interesante que vamos a ver si somos capaces de desarrollar".
UN LARGO CAMINO
En el transcurso del acto, Juan Miguel de la Rosa, mostraba su satisfacción "por haber podido llevar el nombre de la Virgen de Araceli por media Europa", y explicó que siempre se sintió en su camino "acompañado por Dios y por la Virgen de Araceli", aunque reconoció momentos de flaqueza y de soledad en el largo trayecto "ante los que siempre decidía seguir caminando hasta que el cansancio te vence, para levantarme cada día con renovada ilusión, sintiendo más cerca la materialización del proyecto". Del camino y las andanzas de De la Rosa quedará constancia en un libro y una exposición en la que se expondrá parte del abundantematerial gráfico de la misma, compuesto por más de 4.000 fotos yvídeos.
El Hermano Mayor de la Real Archicofradía de María Santísimade Araceli, Antonio Crespillo, indicó que la participación de la cofradía en este proyecto ha sido meramente testimonial, y agradeció a De la Rosa "la proeza que ha hecho y la vivencia de estos 90 días recorriendo los caminos de Europa llevando la medalla de la Virgen en esta primera ruta".
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