Tras el largo período de confinamiento y los meses de verano, hoy inauguran la vuelta al cole los más pequeños. Los niños de entre cero y tres años han vuelto a pisar las guarderías de nuestra ciudad. Entre sollozos, tras tanto tiempo en casa bajo el cuidado de sus padres, toca volver a ponerse el "babi".
Ha sido grande la incertidumbre que muchos padres y docentes han manifestado para la vuelta al cole. Después de que el Gobierno pusiera en manos de las Comunidades Autónomas la gestión del regreso a las aulas, estas han venido trabajando durante estas semanas para garantizar la mayor seguridad posible hacia los alumnos y personal educativo. Sin embargo, son muchos los padres que han decidido en esta etapa educativa no llevar a sus hijos al colegio. Según la Junta de Andalucía en la Mesa Sectorial de Educación, el número de alumnos matriculados en guardería en el sistema público ha descendido un ocho por ciento. Como ejemplo, en las aulas del Colegio La Purísima el año pasado las 40 plazas disponibles estaban cubiertas. Sin embargo este curso las matrículas se han quedado en 31. Algo similar ocurre en otros guarderías tanto públicas como privadas.
Todas ellas compartirán medidas de seguridad, según nos explica María Dolores Gómez Sánchez, directora de la Guardería Infantil y profesora de Educación Infantil. "En este protocolo se recoge la prohibición de que los padres accedan al centro para dejar y recoger a sus hijos, la entrada escalonada de estos para evitar aglomeraciones o medidas de higienización personal y material". Sin embargo, el uso de mascarillas en alumnos tan pequeños no es obligatorio debido a su corta edad.
Además de estas medidas se llevará a cabo el "método burbuja". Cada aula se convertirá en un grupo aislado para evitar relaciones con alumnos de otra clase. En caso de contagio, la idea es cerrar el espacio donde se ha producido el caso de coronavirus, no así el colegio entero. El protocolo a llevar a cabo si hubiese algún caso positivo estipula el establecimiento de una sala Covid donde irían los padres del alumno y el personal del Centro Sanitario al que está adscrito y se harían las observaciones pertinentes, según nos comenta Carmen Toboso, jefa de estudios del centro.
En caso de infección por algún docente, se eximiría de toda culpa a este y al equipo directivo, según el Decálogo para una vuelta al cole segura que ha publicado la Junta de Andalucía.
Docentes y padres de alumnos mantienen la esperanza de que el nuevo curso permita garantizar un espacio seguro para todos.
