Manuel Egea Manrique, 59 años, 32 como profesional de la abogacía, es desde este jueves el nuevo Decano del Colegio de Abogados de Lucena. Así lo decidieron los colegiados en las elecciones celebradas el pasado 24 de junio. Egea conoce bien los entresijos de una Junta de Gobierno, no en vano ha sido miembros de las lideradas por Luis Beato García en 1998, acompañó a Juan González Palma desde 2001 hasta 2015 y también formó parte de la su antecesor, Diego Juan Chacón hasta su dimisión en diciembre de 2020, evidenciando una crisis en la entidad que concluía con el adelanto electoral.
– Acaba de ser elegido Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Lucena tras un periodo especialmente convulso para la institución que dirige desde este jueves junto a su Junta de Gobierno. ¿Qué le llevó a pensar en el decanato justo ahora?
La vida colegial siempre ha estado unida a mi vida personal y profesional. El Colegio de Abogados de Lucena forma parte de mi día a día desde hace veinticuatro años. Y aunque siempre es una idea que uno tiene en la cabeza, finalmente han sido los propios colegiados quienes me animaron a presentarme y otorgar al Decanato de nuestro Colegio de una impronta propia y renovada.
– Han sido unas elecciones muy competidas con la candidatura liderada por Juan Carlos Beato. ¿Cómo lo ha vivido?
Pues de forma muy ilusionante. Hemos intentado explicar e informar a los colegiados de forma personal, uno a uno, y hasta dónde hemos podido, las bondades de nuestro proyecto de futuro para nuestro Colegio. Nos alegra que hayan confiando en este equipo y, a la vez, nos produce un sentimiento de gran responsabilidad.
– ¿Qué cree que han visto en usted y en su lista los electores para darles su confianza de forma mayoritaria?
Lógicamente todos ellos nos conocen desde hace mucho tiempo. Supongo que han visto en nosotros trabajo, ilusión, humildad y un proyecto ambicioso para renovar el Colegio en los próximos años.
También es cierto que la candidatura de Juan Carlos Beato, con el que siempre he tenido una magnífica relación, está formada por grandes compañeros con un gran sentido de la responsabilidad, y cualquiera de las dos opciones era buena para el Colegio. A nosotros nos alegra lógicamente, que la mayoría haya decidido que sea nuestro proyecto el que se lleve a cabo.
– ¿Qué destacaría de las personas que le acompañan en su Junta de Gobierno?
Son perfiles muy distintos la verdad. Pero en conjunto seguro que haremos un gran equipo. Lo que más destacaría de ellos, sin lugar a dudas, es su ilusión por la nueva etapa que viene y con muchas ganas de trabajar para los colegiados de nuestro Colegio.
"Trabajaremos con humildad y escuchando siempre la voluntad de aquellos a quiénes nos debemos"
– ¿Usted dijo durante la presentación de su candidatura que quería una Junta de Gobierno sin protagonismos y centrada en trabajar por el colegio y los colegiados? ¿Se ha utilizado el cargo como escaparate? ¿Ese mensaje tenía algún destinatario concreto?
Ningún destinatario en concreto de verdad, pero los colegiados muchas veces perciben cuando alguien ostenta un puesto de representación pública y su figura se exhibe en exceso, que quizás se beneficia más ese representante que al colectivo que representa.
Nosotros tenemos muy claro quiénes son los dueños del colegio, los colegiados y en esta etapa nos ha tocado a nosotros representarlos, como podría tocarle a otros, pero esa representación debe suponer un sentimiento de responsabilidad y trabajo para beneficio de los colegiados. Y así lo haremos, trabajaremos con humildad y escuchando siempre la voluntad de aquellos a quiénes nos debemos.
– En los últimos tiempos el Colegio ha ocupado demasiadas veces titulares por noticias negativas. ¿Va a costar recuperar la imagen de institución de referencia que históricamente ha tenido la entidad?
Entiendo que venimos de una etapa difícil, pero una vez los colegiados, con sus votos, han decidido un proyecto para cuatro años, simplemente ese hecho, supone un gran avance de normalidad y de tranquilidad. Una imagen de los colegiados votando, ya es una imagen de alegría para cualquiera. El Colegio recuperará la concordia y en consecuencia su imagen de cara al exterior, entre otros motivos, porque son muchos los retos que tenemos que afrontar juntos.
– ¿Cuáles son las cuestiones prioritarias en este inicio de mandato de su Junta de Gobierno?
Lo más inmediato la adaptación de nuestros Estatutos al nuevo Estatuto General de la Abogacía y, especialmente, actualizarlos a la realidad específica de nuestro Colegio y de nuestro tiempo. También es necesario modernizar nuestro Colegio a la realidad digital con la que convivimos; si los colegiados no utilizan las herramientas tecnológicas que hasta ahora el Colegio disponía, era evidente que las mismas eran anticuadas y no se había formado adecuadamente a los compañeros. Necesitamos un cambio radical en esos aspectos.
– ¿No ha llegado la digitalización al mundo de la abogacía?
Los juzgados se han digitalizado, especialmente, en los asuntos civiles. Los procesos penales están en vías de conseguirlo. Casi todos los escritos se presentan por vía lexnet, con traslado de copias a la parte contraria. Pero todavía queda mucho trabajo por hacer. La figura del procurador para nosotros es de vital importancia.
– Venimos de una dura pandemia. ¿Cómo ha afectado al trabajo de los abogados esta situación?
Aunque la pandemia parece que toca a su fin, ha afectado y sigue afectando a nuestro colectivo. En un principio con el cierre prácticamente total de los Juzgados durante tres meses y, actualmente, porque ha retrasado los asuntos, especialmente, en cuanto a señalamientos, que ahora se intentan recuperar poco a poco.
La nueva sede acabará con una situación transitoria que se ha prolongado muchos años y permitirá, llegado el caso, la ampliación del número de juzgados. Lucena necesitaría como mínimo otro juzgado más de Primera Instancia e Instrucción.
– Si todo va bien le va a tocar asistir como Decano a la inauguración de la nueva sede judicial de Lucena. ¿Cómo cree que va a cambiar la administración de la Justicia en Lucena esta nueva infraestructura?
Confío en que mejore la actual situación. Especialmente la situación de los detenidos que hasta ahora no han dispuesto de un calabozo en condiciones mínimas de salubridad. Con la nueva sede dispondrá de dependencias dignas, no solo para él, sino también para el letrado que lo asista en ese momento.
La nueva sede acabará con una situación transitoria que se ha prolongado muchos años y permitirá, llegado el caso, la ampliación del número de juzgados. Lucena necesitaría como mínimo otro juzgado más de Primera Instancia e Instrucción.
– Sus antecesores en el cargo, especialmente Juan González Palma, no cesó en denunciar la necesidad de que Lucena cuente con más juzgados. ¿Comparte ese criterio?
La demarcación territorial del Partido Judicial de Lucena condiciona la respuesta. No es fácil disponer de un Juzgado de lo Penal, de lo Contencioso Administrativo o de lo Social, por poner algún ejemplo, que podrían dar solución a los numerosos asuntos que surgen en el mismo. Pero sería lo deseable. El anterior Decano, don Juan González Palma siempre reivindicó su implantación sin éxito. Es una cuestión muy complicada. Todo depende de la voluntad política.
– Por último, ¿qué diría el Decano del Colegio de Abogados de Lucena a un joven que hoy esté barajando estudiar Derecho?
Que el abanico de salidas es muy extenso si desea opositar. Ahora bien, si piensa dedicarse a la Abogacía indicarle que es un trabajo duro, muy duro. La competencia es cada vez mayor. Las oposiciones son diarias. Cada asunto, cada juicio será una oposición para él. No tendrá descanso y tendrá que compartir las noches con sus clientes. Es imposible desconectar el trabajo del descanso.
