Opinión: "Siglo 21", por Araceli Cantero Rivas

14 de Octubre de 2013
 Opinión: "Siglo 21", por Araceli Cantero Rivas
Opinión: "Siglo 21", por Araceli Cantero Rivas
Siglo XXI ¡Qué maravilloso, y eso que estamos a comienzos!
 
¿Cómo acabará? Yo no lo veré. Muchas veces pienso que no nos merecemos nada de lo que tenemos. Se nos han puesto al alcance un montón de tesoros naturales que estamos destruyendo, el sol, el agua, los animales, las plantas…
 
La vida no es tan complicada como nos empeñamos en convertirla. Nos creemos dioses e inventamos leyes, las implantamos porque somos unos “iluminados” y nos autoconvencemos de que así es como deben ser las cosas. Somos, además de insignificantes, estúpidos y –en muchas ocasiones– malos.                              
 
Lo último que he oído en las noticias: tres adolescentes marroquíes han sido condenados por besarse en público y mostrar la foto en Facebook. La chica tiene 14 años y los chicos –uno de ellos tomó la foto– 15 años. Están en un centro de menores y pueden ser condenados a hasta dos años de cárcel. Pregunto: ¿Tan grave es este hecho?
 
En Rusia hay que tener mucho tacto a la hora de hablar de la homosexualidad. Allí sólo se goza de verdadera libertad “si eres varón, de etnia rusa, ortodoxo y estás de acuerdo con la política” del Kremlin. Es más fácil ser neonazi que ser homosexual, según la abogada Inessa Sajno. Pregunto: ¿Tan grave es ser homosexual?
 
Un grupo de mujeres asaltan el senado con los pechos al aire reivindicando el derecho al aborto. ¿Es necesario hacerlo de este modo? ¿Estamos locos?
 
Entre tanto siguen metiendo en cajas numeradas los cientos de muertos que, buscando sencillamente vivir, han encontrado la muerte de la forma más angustiosa posible. No he visto a nadie rasgarse las vestiduras por ellos, lo que no quiere decir que este terrible suceso no haya provocado dolor. Dos naufragios en pocos días. La imagen de esa madre que ha conseguido salvarse abrazada a su bebé mientras soportaba el inmenso dolor de perder a otro hijo de tres años que también la acompañaba es para estremecer al mundo entero, así como la impotencia de esos marineros que no conseguían salvar a esas criaturas que se resbalaban de su abrazo por el gasoil ¡Qué dolor!
 
¿Qué hace falta para que el mundo reaccione? Son seres que huyen de la miseria, de la barbaris, de sus países de origen, personas que buscan –infelices–encontrar en Europa una oportunidad para poder vivir. Nada más.
 
 
Menos mal que “los 28”, representados por el señor Durao Barroso, están “buscando” una solución a tan magno problema. El presidente de la Comisión Europea, ha declarado que “Europa no puede mirar para otro lado” ¿Para donde miraba él mientras lo abucheaban los habitantes de la isla de Lampedusa, asqueados de “la pasarela política”?
 
 
La hipocresía social se ha apoderado del mundo civilizado que, simultáneamente, se ha desprendido del peso que conlleva el sentimiento de HUMANIDAD.
 
 
Africano, ¿Qué quieres viajar a Europa?. Paga 1.500 euros, sube a ese barcucho de nombre “Mafia”. Si te ahogas en la travesía te meten en una caja, te ponen un número y ve con Dios. Y si te salvas pagas 5.000 euros y te devuelven a tu país. ¡Si, es muy fácil! Total, la alternativa es el hambre, la miseria, los abusos y puede que la muerte… ¿Qué más da?
 
Los paraísos no existen para los pobres, aunque para éstos un paraíso sea dormir bajo techo y comer para subsistir. Los “paraísos” son privilegio de los poderosos, conseguidos –en la mayoría de los casos– con la sangre y el sudor de los pobres, de los que no tienen nada más que una ilusión, una esperanza que desgraciadamente, muchas veces –y ya son MUCHAS– se quedan en el negro mar de la desesperanza.
 
A mi me duele. ¿Y a usted?
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