Opinión: "Indecencia", por Juan M. Roldán

23 de Junio de 2013
 Opinión: "Indecencia", por Juan M. Roldán
Opinión: "Indecencia", por Juan M. Roldán
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El vocablo indecencia tiene dos acepciones en castellano:
1. Falta de decencia o de modestia.
2.Dicho o hecho vituperable o vergonzoso.
 
Es la segunda acepción, hecho vituperable o vergonzoso, la que, a mi juicio, se puede aplicar a la actuación de un órgano del estado, la Fiscalía, que en teoría representa el interés público en todo aquello que significa la observancia de las leyes pero que en realidad, cuando se trata de según quien, transmuta la defensa del interés público en la defensa del encausado.
 
Como botón de muestra la actitud de la Fiscalía al sostener que personas de avanzada edad y escasa cultura financiera “si” sabían lo que firmaban, cuando contrataron participaciones preferentes en el capital de los bancos, por lo que no cabe deducir delito de la actuación de los banqueros a ese respecto, y al mismo tiempo sostener que la Sra. Cristina de Borbón y Grecia “no” sabía lo que firmaba al poner su rubrica en las actas de las empresas de su esposo, en las que ocupaba un cargo de relevancia, con el mismo objetivo de liberar de la acción de la justicia a dicha señora.
 
Así que la fiscalía con tal de proteger “el bien común” mantiene una cosa y su contraria, por mucho que esa actitud sea, como mínimo, contraria al “sentido común”.
 
Si te apellidas Borbón, eres un poderoso banquero o tienes la suerte de ser compañero de estudios de un ex presidente, los fiscales devienen en abogados de la defensa. Ojala cualquier encausado, aunque no se apellide Borbón, no sea un banquero de renombre, o no tenga ilustres amistades, pudiera disponer igualmente de tan eficaces defensores del bien común.
 
Todos somos iguales ante la ley –al menos eso proclaman– pero al parecer, para la Fiscalía, unos son más iguales que otros por lo que estos versos del ilustre cordobés Don Luís de Góngora y Argote siguen plenamente vigentes y actuales.
 
Da bienes Fortuna
que no están escritos:
cuando pitos flautas,
cuando flautas pitos.

¡Cuán diversas sendas
Se suelen seguir
En el repartir
Honras y haciendas!
A unos da encomiendas,
A otros sambenitos.
Cuando pitos flautas,
cuando flautas pitos.

A veces despoja
De choza y apero
Al mayor cabrero,
Y a quien se le antoja;
La cabra más coja
Pare dos cabritos.
Cuando pitos flautas,
cuando flautas pitos.

Porque en una aldea
Un pobre mancebo
Hurtó sólo un huevo,
Al sol bambolea,
Y otro se pasea
Con cien mil delitos.
Cuando pitos flautas,
cuando flautas pitos.

Juan M. Roldán
 
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