La gran demanda de colgaduras coincidiendo con el penúltimo domingo de abril, en el que normalmente la Virgen baja a Lucena, llevó a la Real Archicofradía, en colaboración con dos empresas lucentinas, a fabricar en lona el nuevo diseño para adornar los balcones para recibir a la Patrona de Lucena, previsto inicialmente en tela y que, por la llegada del estado de alarma, quedó paralizado.
La venta de cerca de un millar de colgaduras ha permitido a la hermandad la recaudación de un dinero que servirá a las Cáritas y al comedor social a ayudar a aquellas personas que lo necesiten "en un gesto de amor y esperanza de los lucentinos hacia María Santísima de Araceli", indica la cofradía.