Con el paso de los años, temas musicales que marcaron una época en el momento de su estreno, se consagran como obras de culto que siguen siendo idolatradas por varias generaciones e inamovibles al paso del tiempo. Son centenares los ejemplos que se ubican dentro de este postulado, y lo previsible es que sigan apareciendo en el mercado melodías de este tipo, que se fijen en características de hits anteriores para intentar imitar el mismo camino de relevancia y repercusión. Pero ¿cuáles son esas cualidades que marcan la diferencia entre una canción más y un hit que sobrevive al paso del tiempo?
En un estudio del casino online Betway se muestran todas y cada una de estas características que pueden llevar al éxito a cualquier creación musical.
Armonía
Desde los principios de los tiempos, todas las melodías intentaban reflejar estados de ánimo, o ayudar al oyente, al menos, a pasar a otra dimensión. Con la armonía lo que debe buscar el músico en cuestión, es la sorpresa al oyente. Está demostrado científicamente que si se traslada esa sensación, el éxito de la melodía puede estar mucho más cerca.
Repetición
La repetición es un factor muy influyente en el éxito de una obra musical. Muchos artistas y compositores han aprovechado el hecho de que a nuestro cerebro le gusta la repetición, pues favorece que los sonidos nos parezcan cada vez mas familiares. Cuando un estímulo se repite en múltiples ocasiones es mas posible que este nos resulte mas agradable.
Instrumentos
La parcela instrumental puede pasar desapercibida en muchos casos, viéndose eclipsada por la voz o la letra del cantante y de la melodía en cuestión. Pero ha quedado de sobre demostrado que una correcta instrumentación de la canción, la acerca al éxito.
Emoción
Platón afirmaba que "la música era para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo". Cuando una canción es capaz de despertar sentimientos universales tiene más probabilidades de llegar alto en las listas de popularidad. Nuestro cerebro activa conexiones neuronales que liberan dopamina, es decir, placer, lo que aumenta la necesidad de escucharla una y otra vez, generando fuertes conexiones con la obra.
Otros factores
