El pago del seguro del coche o la vivienda, una reparación imprevista o tal vez una factura que se adelanta. Echamos mano a la cartera y nos damos cuenta que no tenemos suficiente efectivo para lidiar con estos imprevistos. Para estos casos en particular existen dos productos financieros: los créditos rápidos y los microcréditos de Matchbanker.es, pero ¿son una buena opción?
Los créditos rápidos no suelen demorarse en darnos a conocer la resolución más de 7 días desde que los solicitamos. Por su parte, los microcréditos suelen demorarse entre 24 y 72 horas. ¿La diferencia? Los primeros aceptan un importe mayor que los segundos cuyo importe máximo no supera los 500€ o 600€ y el plazo de amortización también varía siendo el de los prestamos urgentes menor que el de los créditos rápidos.
¿Cuánto dinero puedo conseguir?
La cantidad que nos permitan obtener en forma de préstamo dependerá de nuestros ingresos y de nuestro patrimonio. A esto en el terreno económico y financiero se le suele denominar capacidad de endeudamiento. La cantidad que debiéramos pagar cada mes en concepto de devolución no debería excederse del 35% de nuestras ganancias netas que son las que resultan de nuestros ingresos menos nuestros gastos; aunque lo ideal sería que esta cifra estuviera entre el 20 y 25%.
Un error que se comete con frecuencia es el de sólo estimar el TIN de la operación. En el caso de los préstamos, el TAE es un dato a tener muy en cuenta ya que éste mismo se compone del TIN, el plazo de amortización de la deuda y las comisiones y gastos que integren el producto. Es decir, que nos permite tener una visión más completa de lo que realmente supone la operación que estamos contratando.
¿Son mi mejor opción?
Los créditos rápidos o los productos de dinero urgente son una solución rápida que definitivamente no entra en la lista de recomendaciones para aquellos que desean ahorrar, pero que puede sacarnos de un apuro. Lo recomendable es tener en cuenta los detalles de la operación en su totalidad y aunque sea una situación que nos genere prisa tratar de tomarnos el tiempo necesario para poder comparar entre dos o tres productos distintos de este tipo a fin de encontrar la mejor solución pues precisamente por su condición de urgencia, se pasan por alto muchos detalles que a la larga generan una cantidad notable de gastos innecesarios o que pudieran haber sido fácilmente evitables contando con la información adecuada.
