El optimismo moderado y las afirmaciones comedidas dominan el discurso de Javier Martí Asensio, vicepresidente del Lucena CF. "Todo va a llegar a un buen puerto", expresa al referirse a la resolución de los apuros económicos más apremiantes. Extiende la culpa del descenso a todos los agentes que influyen en el transcurrir del club. "No hemos estado nadie a la altura de mantener la categoría: ni yo, ni la afición, ni los jugadores; todos podríamos haber dado un poquito más porque nos vamos a quedar cerca de haber conseguido el salvación". En la misma línea, entiende que con los 621 abonados que se han suscrito en la campaña 2014-2015 "hay que tener mucha más suerte" y convivir "con una serie de circunstancias positivas" para prolongar la vinculación con la división de bronce.
El director general celeste considera que "cuando se reduce el presupuesto en un 60% es infinitamente más difícil hacer una buena planificación", en alusión a unas manifestaciones recientes de Rafael Carrillo en este medio.
Hablando de técnicos, asevera que "cada cambio de entrenador supuso una evolución". De la aparición de Serafín Gil –que ahora reclama una cantidad próxima los 10.000 euros ya que ni él ni sus ayudantes han percibido ninguna remuneración- destaca la "mejoría de la mentalidad del equipo". De la apuesta por Falete valora el triunfo frente al Cádiz y "que los futbolistas se volvieron a enganchar".
A modo de contrición, pide "humildemente perdón a esas 300 o 400 personas que han estado siempre en el Ciudad de Lucena". El dirigente lucentinista agradece "enormemente el esfuerzo" a un sector que denomina "fieles". La constancia de estos seguidores "es una de las razones por las que me he dejado la vida en esta temporada por lograr los objetivos".
Dirigiéndose a los futbolistas, y de una forma un tanto enigmática, revela que a los que estima "que han dado el cien por cien de lo que tenían" los ha felicitado "personalmente". Evita dar sus nombres porque quiere "dejarlo en el ámbito privado del club, matiza que "todavía me queda alguno por llamar" y cuantifica "en menos del 50%" aquellos que se merecen un reconocimiento por su parte. En todo caso, admite que "si hubiera podido cumplir con los compromisos económicos en tiempo y forma, esta plantilla era más que suficiente para salvar la categoría".
Por el momento, le consta que "han denunciado algunos de los jugadores". Subraya que "todos no lo han hecho". Actualmente, la deuda con los profesionales asciende a 100.00 euros aproximadamente, un compromiso que ha de satisfacerse antes del 30 de junio si se pretende evitar el hundimiento a Primera Andaluza.
El nuevo aplazamiento de la Seguridad Social, vital para la existencia de la entidad porque de él dependen las subvenciones públicas del Ayuntamiento y de la Diputación, "está a expensas de una firma en Madrid". Con los otros siete embargantes "hay un principio de acuerdo". Contesta con un rotundo "en absoluto" al escuchar la hipótesis de la desaparición del Lucena y lo demuestra al transportarse al ejercicio 2015-2016, período en el que las partidas de gastos "tendrán que bajarse drásticamente".
MANUEL GONZÁLEZ
