OPINIÓN: ¿No será que...?. Por Manuel Delgado

"En el día que se escriben estas líneas, el Alcalde de Lucena, Juan Pérez Guerrero, ha felicitado a la comunidad musulmana – en este caso a la lucentina –, al igual que otros muchos políticos españoles a través de las redes sociales. Las respuestas no han podido dejar de causarme pavor a la par que asombro"

29 de Mayo de 2017
 El tweet del alcalde de Lucena sobre el inicio del Ramadán
El tweet del alcalde de Lucena sobre el inicio del Ramadán

En el día que se escriben estas líneas, el Alcalde de Lucena, Juan Pérez Guerrero, ha felicitado a la comunidad musulmana – en este caso a la lucentina –, al igual que otros muchos políticos españoles a través de las redes sociales. Las respuestas no han podido dejar de causarme pavor a la par que asombro: un acto mínimo, que se supone que debería ser de utilidad para unir a las comunidades que viven en nuestra ciudad, resulta en un rocío de comentarios criticando la actitud del alcalde, achacándosele, en primer lugar, no hacer lo mismo con las festividades cristianas y, en segundo lugar, relacionándolo con el terrorismo islámico.

Sobre el segundo no me gustaría entrar a comentar, a diferencia de mis conciudadanos, muy centrados en banalizar el terrorismo y usarlo como arma arrojadiza para justificar sus prejuicios contra una comunidad (¡con lo serio que es el asunto!), lo considero de muy mal gusto. Sobre el primero, me gustaría comentar que parece ser que la innecesaria – bajo mi punto de vista sobre la laicidad de las instituciones – presencia de decoración religiosa en la fachada del ayuntamiento y la participación dentro de las festividades religiosas de Lucena del alcalde y los concejales, así como la enorme participación del erario público en el mantenimiento de estas tradiciones, no son suficientes para gran parte de los católicos de este pueblo – que, me gustaría recordar, no son todos los lucentinos –, da la impresión de que quieren retornar a los tiempos en que se persiga a los miembros de otras religiones, o que se comiencen a exigir certificados de limpieza de sangre. Parece ser que un mensaje en el Facebook privado del alcalde es un ataque más a la gran mayoría de cristianos de esta ciudad o, en otro caso, un apoyo a una comunidad «peligrosa».

Los individuos, independientemente de su cultura, son libres de poder adaptarse a un ambiente diferente, a pesar de mantener su religión. Aunque no se deberían mezclar las instituciones y las creencias religiosas, es sospechoso que una felicitación – que no implica participación como sí se hace en las festividades católicas – cause tanto revuelo. Personalmente, considero que la religión es una forma de constreñir socialmente a los individuos, que, mal usada, puede crear grandes errores históricos – como por ejemplo el apoyo del Vaticano a golpes de Estado en América Latina, o a la Dictadura Franquista en el siglo pasado; al igual que los archiconocidos ISIS –; sin embargo, un católico, un musulmán, un judío, no son malos per se, aunque parece ser que para los lucentinos las tradiciones musulmanas asustan. Con un escaso 4 por ciento de la población musulmana en España en los comentarios se puede observar denuncias de «invasión musulmana» o «persecución de los cristianos», creo que estas dos – con perdón para el que las piense como verdaderas – idioteces se desmontan por sí mismas con el dato inicial.

Quizás lo que subyace no es tan complicado de explicar. No es miedo a un ataque terrorista lo que hay debajo de estos comentarios, ni tampoco miedo de una desaparición de nuestros valores, que están muy bien afianzados y se ven cada vez que uno pone la televisión o abre Internet. Citando a Juan Ramón Jiménez, «Intelijencia dame el nombre exacto de las cosas», llamémoslo por su nombre ¿No será que se justifica en la defensa de unos valores que no necesitan ser defendidos un racismo inherente a los valores de esta sociedad? ¿No será que lo que ustedes no quieren convivir con los musulmanes?

El recientemente fallecido Zygmunt Bauman, sociólogo polaco, escribe en su libro Holocausto y Modernidad que el holocausto, la eliminación científica y automatizada de seres humanos, el asesinato fordista; es algo que podría haber ocurrido en cualquier país de Occidente y que podría volver a ocurrir, pues está en nuestra cultura y en nuestra concepción de la realidad. ¿Estamos dispuestos a arriesgarnos a alimentar esta mentalidad? ¿O podemos cambiar nuestro futuro y nuestro presente escribiéndolo en respeto y aceptación para los demás?

Manuel Delgado. Historiador.

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