Tras la inusual jornada matinal del Domingo de Ramos, la Cofradía Franciscana de la Pasión estaba llamada a llenar la noche del Lunes Santo lucentino con permiso de la lluvia, pero la climatología respondió haciendo realidad los peores presagios y, primero, obligó a retrasar la salida de los tres pasos de la hermandad durante una hora y media y más tarde, a volver a su templo.
La Junta de Gobierno de la cofradía pasionista que preside David López Lara como Hermano Mayor, decidía poco antes de las siete de la tarde, aplazar la salida durante 60 minutos, hasta las 20:00 horas, y suprimir una parte del recorrido por las calles Martín Alonso, Abad Serrano y Cabrillana, manteniendo el resto del trazado. Ante la persistencia de las precipitaciones, la Cofradía decidía aguardar un poco más, dictando un segundo aplazamiento de 30 minutos.
A las 20:30 horas se abrían las puertas de la parroquia de la Madre de Dios para dar inicio a la estación penitencial, pero la salida fue en falso, tras aparecer una ligera llovizna cuando ya se encontraba fuera la Agrupación Musical Cristo de la Humillación y el primer tramo de hermanos.
Tras diez minutos de incertidumbre y constantes llamadas para conocer la previsión, la Junta de Gobierno optaba por salir. Con todos los pasos ya en la calle, la lluvia seguía apareciendo de forma intermitente, por lo que, finalmente, se decidía el regreso al templo. Los tronos de la Virgen de la Pasión y María Santísima de las Angustias "La Piedra", que se encontraban en la calle San Francisco e iniciando el recorrido de la calle Alcaide, volvían a la iglesia franciscana sobre sus pasos. Mientras, Jesús Cautivo de Medinaceli, que en el momento de adoptar la decisión se encontraba ya a la altura de la calle Canalejas, tomaba por esta y bajaba con el resto de la cofradía y la banda de música por la calle Juan Jiménez Cuenca. Pasadas las diez de la noche todos los pasos habían entrado ya en su templo.
