ENTREVISTA: Luisfernando Palma Robles: "El Amarrado de Santiago supone para mí un encuentro con lo mejor de nuestro patrimonio histórico-artístico"

El cronista oficial de Lucena presenta este jueves su publicación: "El Amarrado a la Columna de la Veracruz lucentina: tres siglos y medio de devoción y cien años de cofradía"

29 de Mayo de 2024
Luisfernando Palma Robles junto al cartel de la presentación
Luisfernando Palma Robles junto al cartel de la presentación

La parroquia de Santiago acogerá este jueves 30 de mayo a las 21 horas la presentación del libro El Amarrado a la Columna de la Veracruz lucentina: tres siglos y medio de devoción y cien años de cofradía, del Cronista Oficial de Lucena, Luisfernando Palma Robles. La publicación se enmarca en los actos conmemorativos del Centenario Fundacional de la cofradía y cuenta con el patrocinio de la Diputación Provincial de Córdoba y el Ilustre Colegio de Abogados de Lucena, estando destinados los beneficios obtenidos con su venta al Comedor Social Virgen de Araceli y la Fundación Infancia Solidaria. Hemos hablado con su autor sobre el contenido de la publicación y su pasión por la investigación histórica en general y cofradiera en particular, manifestada ahora en este libro.

-  ¿Cómo comienza su relación con las cofradías y la Semana Santa?

-  Mi relación con las cofradías y la Semana Santa empieza desde que tuve uso de razón y, de una manera inconsciente, desde que tenía un año, pues mi patente de hermano de la archicofradía nazarena está fechada en 1951. Mis recuerdos se pierden en la calle Flores con losas de mármol rojo lucentino alumbrando de la mano de mi padre en la mañana del Viernes Santo, y después, cuando ya tenía edad de salir solo, ir corriendo a la calle Palacios para presenciar la salida de la Santa Fe de aquella puerta falsa del médico Miguel López Mora, su cuadrillero. Posteriormente, siempre he sentido en mi interior vocación, emoción y en casos concretos devoción por las manifestaciones de religiosidad tradicional tanto de Lucena como de otras ciudades.

-  ¿Cuándo se liga esta a su labor investigadora?

-  Mi inclinación por la investigación cofradiera es muy antigua, de los años setenta. Poco a poco se ha ido incrementando. He sido siempre un estudiante, un curioso de la historia. Me ha gustado aprender leyendo libros y revistas, perdiéndome entre los papeles de los archivos, preguntando a las personas que me podían aportar sus recuerdos y experiencias. He participado en numerosos congresos donde he intercambiado conocimientos con otros investigadores...

-  El libro dedicado al Centenario de la Hermandad de la Columna constituye la única obra monográfica dedicada a esta cofradía lucentina, ¿qué supone para usted la imagen del Amarrado de Santiago?

-  El Amarrado de Santiago supone para mí un encuentro con lo mejor de nuestro patrimonio histórico-artístico, una mirada a las aguas de un pozo que se hunde a la búsqueda de mis raíces familiares (un hermano de mi abuela paterna fue su cuadrillero a principios del siglo XX y hermano mayor de la cofradía de la Veracruz) y también de mis raíces como lucentino mirando a otro espejo: el de los tiempos de mi niñez en las misas dominicales o a través de las mirillas de la calle Santiago a su desaparecido altar en la nave del evangelio de este templo.

-  ¿Qué objetivo persigue la mencionada obra? ¿Cuáles son los diferentes aspectos que trata a lo largo de la misma?

-  Creo que el título lo dice: El Amarrado a la COLUMNA de la Veracruz lucentina. Tres siglos y medio de devoción y cien años de COFRADÍA. Profundizar sobre el Amarrado desde el punto de vista iconográfico, analizando el resultado de las visiones místicas y su repercusión en la creación de obras artísticas que tienen como argumento la flagelación de Cristo. Exponer acerca de la génesis de la cofradía de la Veracruz y Paz y de su desarrollo durante los siglos XVI al XX y, por supuesto, considerar los momentos del devenir de la cofradía nacida en torno al Señor de la Columna en 1923. He procurado contextualizar tanto a la cofradía de la Veracruz como a la nacida de ella en el siglo XX en sus tiempos y espacios. Tengo como regla de oro en la exposición de los resultados de mis investigaciones que las cofradías y sus particularidades están insertas en sus respectivos tiempos y espacios. Los acontecimientos en este campo de la religiosidad tradicional no son hechos aislados del contexto de la sociedad donde se producen.

-  Cuéntenos en qué partes se puede dividir la obra.

-  Son dieciséis capítulos, número que he querido hacer coincidir con el de los santeros que llevaron el Cristo a San Mateo el Domingo de Ramos de 1923 para la celebración de un miserere como acto de presentación de la naciente cofradía de la Columna. El primero de los capítulos se dedica a la flagelación de Cristo en general para desembocar en la iconografía del Amarrado de Santiago. Seguidamente, me acerco a la disciplina y a los disciplinantes, miembros fundamentales en las corporaciones cofradieras nacidas en la época del concilio de Trento y en especial en las dedicadas al culto de la Vera Cruz. De aquí se pasa al análisis de estas cofradías veracruceñas y la imagen del Cristo de la Columna en la diócesis de Córdoba, como antesala y base al estudio de los orígenes de la cofradía de la Veracruz de Lucena. En los capítulos siguientes me acerco a la evolución de esta hermandad durante los siglos XVII-XX, pero no de una manera exhaustiva, sino exponiendo aquellos momentos que a mi juicio son los más representativos de su historia y, siempre que he contado con material, centrándome en el Cristo Amarrado. Los ocho capítulos restantes los dedico al estudio de la cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Columna que se ha hecho centenaria en 2023-2024. He contado además con la generosidad de Jerónimo Jiménez García, presidente de la Comisión del Centenario de la Cofradía, manifestada en el prólogo que ha escrito para la obra y por el que le quedo sumamente agradecido.

-  Tras la edición de esta indagación sobre la cofradía columnera, ¿qué queda por saber acerca tanto de la cofradía o del Señor de la Columna, como también de la extinta corporación veracruceña?

-  Creo que mucho. Hay muchas lagunas en la documentación que a veces nos conducen forzosamente al espinoso terreno de la hipótesis, tanto en un caso como en otro.

-  ¿En qué otras investigaciones se halla inmerso en la actualidad?

-  En mi línea de investigación sobre las cofradías trabajo sobre la Congregación Servita de Lucena y la Archicofradía del Santísimo Sacramento. En otras líneas, investigo, para presentar resultados en un congreso, sobre la tauromaquia en Mérida; sobre algunos farmacéuticos del siglo XIX, y acerca de dos insignes franciscanos descalzos (los que estuvieron establecidos en el convento lucentino del Valle) naturales de Lucena. Sigo estudiando sobre la estrecha vinculación del teatro con las conmemoraciones pasionistas

-  Para concluir, ¿qué ansía conocer Luisfernando sobre la Semana Santa y la historia de las cofradías lucentinas?

-  Cómo surgió la cofradía de la Pasión en el convento de franciscanos observantes un cuarto de siglo después de que naciera la de la Veracruz y otras muchas cuestiones relacionadas con las personas que dirigieron estas hermandades y otras también de Lucena, especialmente durante el periodo que va desde la entrada de los Borbones en España hasta la Revolución Francesa.

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