Durante toda la jornada de este Domingo de Pasión el dulce nazareno blanco del Amor espera a los píes del altar mayor de la Parroquia de San Mateo Apóstol.
Permanece Jesús presto a recibir el beso de amor en sus píes, cansados del duro caminar. Impresionante y conmovedor el rostro tallado por el racionero Alonso Cano. El Señor aparece en un lateral del presbiterio vistiendo su túnica blanca bordada. Lo rodean cuatro blandones del sagrario con cera blanca, así como catorce piezas de candelería con cera blanca repartidas a ambos lados de la imagen de Jesús Nazareno. Completan el altar cuatro jarras de clavel rojo, dos de ellas bicónicas y las otras dos cónicas.
La Virgen de la Paz preside en el altar mayor, en el mismo lateral que el Nazareno Blanco, su dosel de cultos que se completa con los candelabros del paso de misterio de la crucifixión así como tres centros de clavel y lilium blanco.
La Imagen del Señor de la Crucifixión permanece hoy expuesta a los píes de la capilla de la cofradía, luciendo su nueva túnica bordada en aplicación.