Juan Carlos García, manijero de la Virgen en su Día: "Le he pedido a María que se acuerde de los que nunca la han santeado"

30 de Abril de 2014
 Juan Carlos García, manijero de la Virgen en su Día: "Le he pedido a María que se acuerde de los que nunca la han santeado"
Juan Carlos García, manijero de la Virgen en su Día: "Le he pedido a María que se acuerde de los que nunca la han santeado"
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Corazón. Sentimiento. Lealtad. Sacrificio. Juan Carlos García Moscoso (17-03-74) expone que los santeros soportan sobre sus hombres la Fe cristiana e incluye esta tradición entre los modos de evangelizar. El último 23 de diciembre su corazón giró por una emoción colosal causada por la repetida audición de su nombre. Cuando en el lejano 1985 su padre lo cogía de la mano para llevarlo a las juntas de la Virgen de Araceli, ya estaba convencido de ser su manijero. En el año 2008 ya lo fue de María Santísima de la Estrella. Ahora niega la existencia de obstáculos para mandar la cuadrilla de la Patrona de Lucena en su Día siendo vicehermano mayor de la hermandad aracelitana y manifiesta que la formidable unión de la junta de gobierno posibilita el relevo en los distintos quehaceres que implican las Fiestas Aracelitanas.
 
-¿Cuándo solicitó la manijería de María Santísima de Araceli en su Día?
Todavía conservo una copia de la carta de solicitud fechada en mayo de 2002. Desde entonces he esperado con alegría que algún año Nuestra Madre se acordara de este hijo suyo.
 
-¿Qué razones influyeron para redactar la carta que envió a la junta de gobierno de la archicofradía postulándose como manijero?
El amor que le profeso a Nuestra Madre, unido a mi afición por la santería que llevo practicando desde que me estrené con 16 años en la Virgen del Mayor Dolor. En 1985, cuando iba a las juntas de la Virgen de la mano de mi padre ya tenía claro que quería ser su manijero. Con el tiempo fui madurando y adquiriendo experiencia hasta el día de hoy donde si Dios quiere voy a alcanzar un sueño de niñez.
 
-¿Pensaba que sería a finales del pasado año 2013?
En los últimos años, todos los que somos aspirantes a manijeros esperamos impacientes los últimos meses del año donde la cofradía suele otorgar las manijerías. En mi caso fue la víspera de Nochebuena. Yo me alegro de que hayan adelantado la fecha de elección respecto a finales de enero y principios de febrero como se hacía antes.
 
-¿Qué les responde a los que sostienen que es incompatible el cargo de vicehermano mayor con el de manijero?
Imagino que los únicos que pueden cuestionarlo son las personas que hayan ejercido en ese cargo alguna vez.
No obstante, al pertenecer a la junta de gobierno estaba en el momento de la elección y conforme se hacía el recuento de la votación, escuchando una y otra vez mi nombre durante dos largos minutos, me iba a dar un vuelco el corazón, no podía dar crédito que algo tan grande me estuviese sucediendo a mí. Cuando se acabó el recuento los compañeros de junta, visiblemente emocionados, aplaudieron y me abrazaron con cariño. Si ellos tuvieron ese gesto fue porque no consideraron que fuese incompatible. Se ve que una junta de gobierno sumamente unida puede permitirse suplir el trabajo unos a otros durante unas fiestas.
De cualquier forma hay numerosos antecedentes que demuestran la total compatibilidad entre funciones de cofrade y de manijero en los últimos treinta años. La más reciente en 1998, donde su mayordomo, rodeado de algunos miembros de la junta de gobierno, realizaron una magnífica y emotiva santería a la Patrona.
 
-¿Valoró la posibilidad de renunciar a la manijería cuando el hermano mayor hubo de apartarse de sus funciones?
En la santería, como en la vida misma, hay situaciones que te ponen al límite y que los hombres y mujeres de Fe tenemos que confiar en la Providencia. Fue la propia junta de gobierno la que, desde el primer momento, casi me exigió seguir con la manijería sin darme tiempo a reflexionarlo. La Virgen se ha encargado de lo demás. En situaciones como esta es donde se demuestra la calidez humana de las personas que te rodean.
 
-¿En qué principios se ha basado para conformar su cuadrilla?
Pues el de ser santeros experimentados. He podido santear con todos ellos en una o varias ocasiones como es la mayoría de los casos por lo que conozco de primera mano sus valores como "corazón, sentimiento, lealtad y sacrificio". La mayor parte de los santeros hemos empezado a santear juntos hace más de veinte años y se da la particularidad de que veintitrés de ellos nunca antes han salido en la Virgen en su Día, incluido mi hermano Eduardo, gran santero y volante de esta santería. He tenido que dejar a un lado sentimentalismos, afinidades, incluso mi propio egoísmo para centrarme en santería propiamente dicha, como antaño nos han transmitido para llevar a buen puerto este reto que se me ha encomendado. Llevamos unos grandes tambores y unos porrillas de lujo, Juan García "Riconuevo", que es mi padre, y Miguel Burgos, buen aficionado y mejor amigo.
 
-¿Le surgieron muchas dudas a la hora de escoger a los hombres que llevarán en sus hombros a María Santísima de Araceli el día 4 de mayo del año 2014?
Imagino que las propias de cualquier manijero de Nuestra Madre. Hice una lista de buenos y contrastados santeros que también eran amigos, familia, y compañeros de abrocharla en otras santerías. A día de hoy, he constatando que es la Virgen y solo Ella quién elige a sus santeros, valiéndose de este manijero para disponer lo mandado.
Pero la responsabilidad también pesa y son muchos los santeros que quedan a las puertas de vivir esta gran santería. A la par, entiendo que eso también va en el cargo de manijero. Los nombres de esos hombres jamás los voy a olvidar. Y en un intento de aliviar esa carga, le he pedido a María, que algún día se acuerde de ellos y de los que nunca la han probado, que también son sus hijos santeros.
 
-¿Qué es lo que más les agradece a sus santeros?
La enorme entrega que están teniendo hacia la santería en general y hacia este manijero en particular. La están viviendo como si fuera la última, pienso que más unión no cabe. Además están demostrando ser lo que son, santeros de Nuestra Madre, tanto en las juntas como en las reuniones, en los bares, en sus casas y en la calle. Un santero de la Virgen debe de honrar vestirse esa bendita túnica blanca, como si de una prolongación del manto de la Virgen fuera, y los míos a día de hoy lo están haciendo. Y eso, para cualquier manijero es motivo de enorme gratitud.
 
-¿Cómo le gustaría que fuese el ambiente en la calle El Peso el próximo domingo?
Pues como viene siendo habitual en los últimos años, de alegría, de esperanza. Es precioso que se cante el himno de la Virgen mientras avanza en su trono o mientras se mece. Igualmente cuando se le canta la salve del campo andaluz y los pétalos caen de los balcones a modo de ofrenda. Se te pone el vello de punta cuando hay quién te acaricia la túnica a modo de relicario.
 
-¿Afectará al normal desarrollo de la procesión la presencia de varios miembros de la junta de gobierno debajo del trono de la Virgen de Araceli?
Yo ese día estaré santeando, habría que preguntárselo a los encargados de organizarla.
 
-¿Es el Día de la Virgen la jornada más feliz de Lucena?
Yo no soy quién para decir que es el día más feliz de todo un pueblo. Yo quiero creer que sí y mi cuadrilla hará todo lo posible por poner su granito para que así sea. También pienso que es un día sumamente emotivo, te puedes encontrar personas emocionadas en cualquier rincón, portal, detrás de un visillo, alumbrando o saltando en la calle del Peso al paso de la Virgen en su bendito trono.
 
-¿La santería se puede separar del sentimiento cristiano?
Otros no sé, yo personalmente no lo puedo separar. Ni en santería, ni en ningún otro aspecto de mi vida. Siendo tan clásico como soy en santería –no me gusta emplear el adjetivo "purista" por ser despectivo hacia otras formas de pensar y caer en el engreimiento de poseer la verdad absoluta- entiendo que llevar la Fe cristiana sobre tus hombros puede ser también una manera de evangelizar. También conozco santeros que les da igual la imagen que lleven encima, y bien que lo respeto, pero yo siempre les digo que los que sentimos lo que llevamos sobre nuestros hombros disfrutamos doblemente.
 
-En su escala personal de valores qué sitúa en primer lugar, ¿la cofradía o la santería?
Esa pregunta sobra a un manijero de la Virgen. Por supuestísimo que la santería de María Santísima de Araceli. Después de este domingo seré olivo "avareao" y seguiré trabajando en pro de la devoción aracelitana, como hasta ahora. Mientras tanto, el próximo domingo solo espero estar a la altura de las circunstancias, de los devotos, de los santeros que tienen pedida alguna manijería de la Virgen y especialmente de las promesas que cada año la acompañan.
MANUEL GONZÁLEZ
 

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