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La Hermandad de Nazarenos del Sagrado Encuentro celebró este domingo, en la capilla de las Madres Filipensas una misa de acción de gracias con motivo de la reposición al culto de la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Bondad, tras la restauración a la que ha sido sometida la talla durante los últimos meses en los talleres de su autor, el imaginero cordobés Francisco Romero Zafra, presente en el templo. La eucaristía fue oficiada por el consiliario de la asociación religiosa y párroco de Santiago, Francisco de Asís Roldán.
El párroco de Santiago Apóstol indicó, durante la homilía, que la vuelta de la talla crístifera es 'un motivo de alegría'. Igualmente, recalcó que la eucaristía que presidió debía vivirse como 'una acción de gracias' por unos acontecimientos en referencia a la reapertura de la iglesia de Santiago y el regreso de Nuestro Padre Jesús de la Bondad- que permiten que se 'viva la fe con gozo'. El organista profesional Manuel Pareja intervino en el transcurso de la misa.
Tras la reparacion de la imagen, la cofradía lucentina emitió un comunicado en el que incluía un escueto resumen sobre los trabajos realizados por Romero Zafra sobre la imagen desde el pasado 15 de agosto. En esta fecha fue retirada del culto y derivada al taller del prestigioso escultor cordobés, tras detectarse graves problemas de estabilidad en un estudio previo realizado por el imaginero in situ a petición del entonces hermano mayor en funciones, Joaquín Alberto García González, hoy ratificado en este cargo.
Según la información de la cofradía del Domingo de Ramos, las labores se han centrado en resolver el desencolado de extrema gravedad en el anclaje de los pies de la peana. Para ello se ha separado la imagen de la peana, se han vuelto a encolar pies y peana, encintando las uniones para mayor seguridad, se han enyesado y policromado las uniones y se ha incorporado un suplemento en madera a la base de la peana para igualar la altura de las pletinas de seguridad y tornillos.
La nota precisa igualmente que, a propuesta de Francisco Romero Zafra, que pidió plasmar sus veinte años de evolución técnica como artista en esta imagen, la hermandad acordó completar la restauración con los consejos del artista, si bien descartando cualquier intervención de gubia en esta segunda parte del proceso. No obstante, se han reparado las dobleces y escamaciones en las espinas de la corona, diferenciando la policromía de las mismas del tono de la cabeza y añadiendo un mayor número de estas astillas puntiagudas de maera, se han igualado policromías donde era necesario, y se ha patinado y encerado toda la imagen.
Como resumen, la Hermandad considera satisfactoria la restauración realizada sobre la imagen, que desde hoy vuelve a presidir el altar mayor de la capilla de las Felipensas, donde radica su sede canónica. La imagen del Cristo de la Bondad permaneció después expuesta a los fieles y los devotos en un besapiés extraordinario durante todo el domingo.
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