En la mañana de hoy, la Virgen de la Soledad era trasladada por sus cofrades y hermanos desde la parroquia de Santiago Apóstol hasta la iglesia de la Madre de Dios del convento de los reverendos Padres Franciscanos.
La Dolorosa de Álvarez Duarte estrenaba manto y saya compuestos por los antiguos bordados del techo de palio de su paso procesional.
Las andas, cedidas por la Cofradía de Nuestra Señora del Valle y Santa Marta, contenían dos faroles de la incipiente Agrupación Parroquial de Nuestra Señora de las Angustias, mientras el nardo era la flor escogida para adornar a la sagrada imagen.