El Pinzón penaliza la incertidumbre del Ciudad de Lucena (1-1)

Los aficionados del Ciudad de Lucena enfilaban la salida y se disponían a tachar de su memoria la renqueante función de los suyos. El poder de los tres puntos. El empeño del Pinzón y la permisividad del Ciudad trastornaron el argumento preconcebido y el liderato, por diferencia de goles, se entrega al Cádiz B

03 de Octubre de 2016

Un saque de banda interminable propulsado por Fernando Guisado, desorden en el sector más íntimo del Ciudad de Lucena y Nacho Amate engancha el balón y lo incrusta en la portería de Alberto González. La quinta victoria eslabonada se esfumaba y el equipo de Fran Reina purgaba los riesgos consentidos, las excesivas individualidades en la parcela ofensiva y las desconexiones que debilitaron a los locales, de forma más acusada, en la primera parte. Como en los episodios precedentes, frente al Conil y al Xerez Club Deportivo, los celestes bromearon con el 1-0 y, el peligro que acechaba, lo explicitó el Pinzó en el tercer y último minuto del tiempo añadido.

Fran Reina le enseñó su reloj al juez de línea más próximo mientras los jugadores de campo y los miembros del banquillo del Pinzón festejaban exultantes el gol que les procuraba el segundo empate consecutivo. El técnico del Ciudad de Lucena pretendía demostrar que la descarga de Nacho Amate se accionó con el tiempo cumplido. Al decretarse el final, trasladó su disconformidad, también sin éxito, al colegiado principal. La protesta, improductiva desde su origen, evidenciaba la rabia del técnico de Martín de la Jara quien, desde la diana de Alfonso Castellano, reclamaba a sus futbolistas seguridad en el rodaje y parsimonia en las pausas.

Las reformas habituales de Fran Reina engendraron a un Ciudad de Lucena titubeante y desmembrado en el primer acto. La defensa, el centro del campo y la delantera procedían con espasmos y sin vínculos comunes. La ausencia laboral de Migue Espinosa, una baja que afectará al mes de octubre completo, devolvió a Pedro Caballero al lugar que siempre quiso, al eje central de la retaguardia. Javi Guerrero y Gabri Mayorga se desempeñaron en los laterales y el capitán Curro Vacas recuperó la titularidad.

Chico y Ávalo compartieron nuevamente la vanguardia. La presencia de ambos arietes no conllevó autoridad ofensiva en el Ciudad de Lucena y el primer chut entre palos lo inscribió Curro Vacas a segundos del intermedio mediante una sacudida en diagonal que, en el aire, repelió Lobo.

El Ciudad de Lucena obvió en la hierba la representación de un guion preestablecido. No se le advertía a la escuadra lucentina un modelo distintivo y un Pinzón pulcro y esmerado reconquistaba permanentemente esféricos y se encomendaba al talentoso Catalin para horadar la zaga rival.

Los actores del Pinzón siempre se anticipaban a sus oponentes al disputarse pelotas huérfanas y también controlaban los rechaces. Los pensamientos de Mikel Gandarias se traducían en automatismos depurados y Sergio Sánchez, formidable entre la defensa y la medular de los visitantes, remachó, a la media hora, y en el área del Ciudad, un cuero que blocó Alberto González.

El Ciudad de Lucena nunca se manifestó al unísono y únicamente saboreó en el vestuario una incursión de Miguel Sanz segada de forma irregular y el mencionado lanzamiento de Curro Vacas. En vez de cambiar cromos, Fran Reina alteró su croquis y envidó con tres centrales y David Carmona y Gabri Mayorga como carrileros, una reliquia del balompié añejo.

Los espacios se agrandaron en el rectángulo verde y David Carmona azuzó un contragolpe al cabecear en la línea divisoria un balón que situaba a Chico frente al arquero del Pinzón. El punta del Ciudad se adormiló, optó, erróneamente, por servir un pase sin receptor nítido, y David Carmona lo recogió en el costado derecho para reintegrar  la bola al núcleo del Pinzón. El mismo Chico intento remediar su impericia hasta que tropezó con Lobo. El embrolló lo resolvió con finura Alfonso Castellano y el Ciudad de Lucena auguraba el desenlace perfecto.

Fran Reina retomó la defensa de cuatro y el entendimiento entre Curro Vacas, inmenso en la destrucción, y Alfonso Castellano forjó numerosos enlaces perdurables. Gabri Mayorga y Chechu Córdoba se acoplaron en la banda y socavaron un puente libre de obstáculos.

El Pinzón nunca se desmayó y proseguía pensando lúcidamente y exhibiendo basculaciones interesantes. Los incendios que afectaban al Ciudad de Lucena siempre los extinguía Troyano, un bastión imprescindible. Ávalo, Chico y Erik marraron diversas expectativas delante de Lobo y Cata repetía trastadas que soportaban Javi Guerrero y Pedro Caballero.

En la decadencia del choque, Óscar remitió al exterior de la meta un servicio con el pecho de Rubén Negrete. Los aficionados del Ciudad de Lucena enfilaban la salida y se disponían a tachar de su memoria la renqueante función de los suyos. El poder de los tres puntos. El empeño del Pinzón y la permisividad del Ciudad trastornaron el argumento preconcebido y el liderato, por diferencia de goles, se entrega al Cádiz B.

FICHA TÉCNICA:

1.-CIUDAD DE LUCENA: Alberto González; Javi Guerrero, Pedro Caballero, Troyano, Gabri Mayorga; Alfonso Castellano, Curro Vacas (Naoki, min.89); David Carmona (Erik, min.77), Chico (Javi Ruiz, min.86), Miguel Sanz (Chechu Córdoba, min.59); y Ávalo.

1.-CD PINZÓN: Lobo; Alberto (Millán, min.79), Fernando Guisado, Óscar, Nene; Sergio Sánchez; Mier, Javi Rodríguez (Rubén Negrete, min.69), Nacho Amate, Víctor López (Emilio, min.65); y Catalin (Lucho, min.81).

GOLES: 1-0, min.52: Alfonso Castellano; 1-1, min.93: Nacho Amate.

ÁRBITRO: Gamero Castro, del colegio sevillano. Amonestó al local Troyano y a los visitantes Sergio Sánchez y Alberto.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la quinta jornada del grupo 1 de División de Honor, disputado en el estadio Ciudad de Lucena en presencia de unos 800 espectadores. Ana Muñoz Cuenca, campeona del mundo de kicklight, realizó el saque de honor.

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