GALERÍA: Devoción y tradición: la procesión de la Virgen de la Aurora por las calles de su barrio

La Virgen de la Aurora volvía a convertirse este domingo en Reina y Señora de las calles de su barrio. El desfile procesional partía a las siete de la tarde desde su ermita. Esta vez el honor de llevar sobre sus hombros la imagen de la Aurora correspondió a la cuadrilla de santeros mandada por Rafael Bergillos Gutiérrez. Tras un fin de semana de actos, los cultos programados para el domingo se iniciaban con la Solemne Eucaristía oficiada por Jesús María Moriana Elvira, párroco de San Mateo, con el acompañamiento musical de la Orquesta Aras de Pulso y Púa interpretando la "Misa de Campanilleros" del maestro Fernando Chicano Muñoz, bajo la dirección del maestro Fernando Chicano Martínez. Ya por la tarde volvía a cumplirse una tradición que suma más de tres siglos. Las puertas de la emita de la calle Abad Serrano se abrían de par en par para que la bellísima imagen de la Virgen de la Aurora volviese a reencontrarse con sus vecinos y devotos en una liturgia que se repite cada año. Y como siempre encontró las calles repletas de gente al paso de la clásica cruz y faroles de guía de la cofradía, las bengalas de mil colores, los balcones cubiertos con colgaduras, el soniquete de las campanas, las guitarras, laudes y bandurrias acompañando los cantos de los campanilleros a pocos metros de su trono... estampas que forman parte indisoluble de esta apertura festiva de un otoño que no termina de llegar en lo meteorológico, pero que en Lucena tiene nombre de Aurora, imágenes que mantienen el viejo sabor de la Lucena de siempre. La Virgen volvía a su templo en torno a las diez y media de la noche mientras el cielo se iluminaba con la quema de una completa colección de fuegos artificiales.  Las fotos de este reportaje las firma nuestro colaborador gráfico Jesús Cañete.