GALERÍA: El Vía Crucis del Silencio cierra el Viernes de Dolores y abre las puertas de la Semana Santa desde San Mateo

El Viernes de Dolores en Lucena tiene en Lucena un protagonismo destacado en el templo de San Mateo con el siempre multitudinario Vía Crucis del Crucificado del Silencio, que cada año deja abiertas de par en par las puertas de la Semana Santa de Lucena. Sin embargo, las once campanadas que anuncian la última hora del viernes, no abrieron ayer San Mateo. La lluvia que nos acompañó durante toda la noche obligaron a la Junta de Gobierno –como ha venido ocurriendo durante la Cuaresma más lluviosa de los últimos años– a que se optase por realizar el viacrucis en el interior del templo.  Como ocurriera hace dos años, los tambores enlutados debieron acomodarse en el angosto espacio que los tronos de las distintas cofradías que parten desde esta parroquia dejaron, compartiendo espacio con numerosos devotos, que asistieron en silencio a la lectura de las distintas estaciones por el pasillo central del templo.  La imagen del Señor, portada sobre hombros de enlutados nazarenos de antifaz y capirote blanco y túnica negra, no se movió de su parroquia. Viacrucis de recogimiento y oración el de la más castellana de las cofradías lucentinas, entre el olor de incienso y el sonido ronco de los tambores enlutados, que dejó imágenes de gran belleza y plasticidad, que hemos intentado recoger en la galería de fotos de Jesús Ruiz Jiménez. Lucena está ya presta a vivir los días grandes de la semana más especial del año.