A las tres de la tarde, como cada año, la Virgen de Araceli partía desde lo más alto de la Sierra de Aras para formalizar su esperado reencuentro con Lucena, en una Romería de Bajada que abre ese paréntesis natural para los lucentinos en el que la 'Madre Dulce y Buena' visita a sus hijos, ese marco de tiempo mágico que se prolongará hasta el mes de junio, con especial incidencia en las Fiestas Aracelitanas.
Desde primera hora de la mañana la carretera de la Sierra se convertía en un hervidero de fieles, camino de la cumbre, para acompañar a la Virgen en su anual visita a la ciudad. Tras la Misa y el Rosario de Romeros se iniciaba la procesión de Bajada. Una ingente cantidad de devotos la esperaban para acompañarla en un día espléndido. Bajo las andas del trono de la Virgen, la cuadrilla de santeros mandada por Raúl Pineda, encargado de llevar a la Patrona de Lucena a los pies de Nuestro Padre Jesús Nazareno. En esta primera entrega de fotos recogemos el ambiente del tramo de Bajada hasta la Primera Cruz. Las hizo para LucenaHoy nuestro colaborador gráfico Jesús Cañete.