En la tarde de ayer tuvo lugar el Vía Crucis que con su imagen cristífera celebra cada año la Cofradía de la Columna. Tras la tradicional eucaristía con imposición de la ceniza, se procedió al rezo cuaresmal que rememora el camino al calvario, mientras el Señor de Roldán atravesaba las naves del templo santiaguino. Portado en unas sencillas andas y sobre la peana octogonal de la casa Meneses que estrenase en 1924, el Cristo de la Columna iba alumbrado por ocho pequeños ángeles ceriferarios, mientras el exorno floral estaba compuesto por cuatro ánforas de clavel rojo. Para esta ocasión, lucía además las potencias de metal plateado donadas a la corporación en 2021.
Este Vía Crucis, que a modo de pórtico abre la Cuaresma lucentina en una tarde repleta de actos cultuales, tuvo como broche el rezo del Miserere y posterior Perdón, que se repetirá cada miércoles en la iglesia de Santiago durante el tiempo de preparación a la semana mayor.
TEXTO: Manuel Franco Espinar. FOTOS: Jesús Cañete.