Tras permanecer durante toda la semana en su altar de cultos, desde primera hora de esta mañana las Sagradas Imágenes de María Santísima de Araceli y Nuestro Padre Jesús Nazareno se encuentran dispuestas a los pies del Altar Mayor de San Pedro Mártir, desde donde reciben al pueblo de Lucena con motivo del acto reverencial, que se prolongará durante toda la jornada y concluirá con el desarrollo de los turnos de vela de 23 horas a 7.15 horas.
La patrona, con su terno carmesí, porta las coronas de coronación labradas en oro y pedrería y con joyas engastadas del artista Cayetano González. Igualmente, presenta el valioso rostrillo de gala, del platero Francisco Bermúdez en 1765 y el cetro de gala enjoyado, salido del taller de Juan José Cañete en 1776. Con la media luna y sobre la peana del trono procesional, la histórica estampa de las dos grandes devociones de Lucena unidas bajo un mismo techa, ha hecho vibrar los corazones de los muchos lucentinos y lucentinas que durante todo el día se han acercado para contemplar las imágenes y rezar ante ellas.
La Virgen de Araceli concluirá su estancia en San Pedro Mártir este sábado. A las 12:00 horas se celebrará la Santa Misa de despedida y a las 19 horas comenzará la procesión de traslado a San Mateo. La Virgen, portada por los hermanos y devotos que lo han solicitado, irá sobre los hombros de miembros de la Archicofradía de Jesús Nazareno en la salida. Además, miembros de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Sangre y Cofradía de los Servitas portarán a la Patrona en parte de su recorrido y a su entrada en la parroquial de San Mateo respectivamente.
Las imágenes del acto reverencial las firma Jesús Cañete.