GALERÍA: Semana Santa 2022. Las imágenes del Lunes Santo: La Cofradía Franciscana de Pasión brilla y esquiva la lluvia

La Cofradía Franciscana de la Pasión volvió a llenar ayer la noche del Lunes Santo lucentino, aunque se vio obligada a reducir el recorrido inicialmente previsto para su estación de penitencia debido a la previsión de lluvia a partir de las 23:00 horas, que en esta ocasión se cumplió certeramente. Una ligera llovizna comenzó a caer sobre Lucena cuando la Virgen de la Pasión entraba ya en el templo de la Madre de Dios. Después vendría la lluvia. El Cautivo de Medinaceli, la Virgen de Piedra y la Virgen de la Pasión partían desde el convento de RRPP Franciscanos en un llanete con mucho público y expectación en esta progresiva recuperación de la normalidad cofradiera tras al paréntesis obligado por la pandemia. A las siete de la tarde se abrían las puertas del templo para dar salida a la Agrupación Musical de Stmo. Cristo de la Humillación y Servitas de Lucena, que junto a la Banda Municipal de Porcuna, acompañaron el desfile procesional. Fue la del Lunes Santo otra noche de santería y devoción cofrade teñida del marrón de los hábitos y la cera franciscana y de mantillas de luto riguroso en una cofradía con mucho ambiente juvenil en sus filas de hermanos. Abría el cortejo la imagen del Cristo de Medinaceli, mandado este año por Rafael López Granados. Impactante la imagen de este Cristo maniatado en su espléndido trono del siglo XVIII, que perteneció hasta el año 2000 a la hermandad cordobesa del Amor, a la que llegó desde Cádiz. La imagen, reutilizada bajo esta advocación trinitaria, es obra del imaginero lucentino Pedro Muñoz de Toro, y fue realizada a primeros del siglo XIX, siendo posteriormente restaurada por el cordobés Luque Bonillo.  A continuación iniciaba su estación penitencial la primera de las dos dolorosas de la Cofradía Franciscana de la Pasión, las Angustias –popularmente conocida como la "Virgen de Piedra"– obra del valenciano Blas Molner para la Semana Santa de Lucena, adquirida en 1799 por la Archicofradía de la Paz. La más castellana de las dolorosas lucentinas fue mandada ayer por Miguel Toro Moreno. Cerraba el cortejo procesional la Virgen de la Pasión, imagen de escuela sevillana y autor anónimo, restaurada como casi todas las tallas vinculadas al convento de la Madre de Dios por Manuel Luque Bonillo. José García Vico fue su manijero este Lunes Santo. Les ofrecemos a continuación una selección de fotografías de la estación penitencial, que firma Jesús Cañete Fernández.