Soledad y llanto tardíos. La cuadrilla de Paco Bujalance Varo entregó a Lucena a la Dolorosa de la parroquia de Santiago Apóstol entre la tarde del Sábado Santo y la madrugada del Domingo. Veintiséis santeros ataviados con túnica y capirotes negros santearon a la Virgen en un recorrido con principio y fin en el barrio judío y extendido hasta el centro de la localidad. Constituida en 1564, la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad consolida su devoción mariana con varios centenares de hermanos, muchos de los cuales acompañaron con una vela y el característico esparto a su Titular en el itinerario penitencial, dotando de especial solemnidad al cortejo.
Abrió la procesión la Banda Expiración y Caridad de Doña Mencía y lo cerró la Banda de Música Maestro José Galán, de Archidona. A reseñar igualmente la numerosa corte de mantillas que precedía a la Dolorsa modelada en 1988 el imaginero, escultor y restaurador sevillano Luis Álvarez Duarte. Las saetas de cantaores como Araceli Campillos, Antonio Nieto y Jesús Reyes culminaron el tiempo de Pasión. Fotos de Jesús Cañete.