GALERÍA: Ucrania en el corazón: diecisiete toneladas de solidaridad y esperanza parten desde Lucena hacia la frontera ucraniana

Lucena se ha convertido en epicentro de la solidaridad del sur de la provincia con el pueblo ucraniano. Codo con codo, más de cuarenta personas, españoles y ucranianos, trabajan en una nave del polígono de La Viñuela cedida por su propietario para almacenar y cargar los camiones que irán partiendo hacía la frontera ucraniana. El flujo de pequeñas furgonetas y vehículos comerciales cargados hasta los topes de cajas precintadas conteniendo medicinas, alimentos no perecederos y ropa de abrigo es incesante. Llegan desde distintos pueblos de la comarca: Doña Mencía, Palenciana, La Carlota, Iznájar, y sobre todo desde la sede del Centro de Orientación Familiar San Juan Pablo II (COF), donde otra veintena de voluntarios trabajan para clasificar y empaquetar las aportaciones de los lucentinos durante estas dos semanas de campaña. En la nave se apilan miles de paquetes de distintos tamaños. En su exterior puede leerse, escrito con un rotulador en castellano y ucraniano, el contenido de cada caja: analgésicos, galletas, higiene infantil, anoraks hombre, pañales... Un grupo de voluntarias pegan en las cajas cintas adhesivas con los colores amarillo y azul de la bandera de Ucrania y el rótulo "ayuda humanitaria" junto a los logotipos del consistorio lucentino, el COF y la asociación Moia Ucrayina.  A unos metros, varias cadenas humanas acercan a un trailer las cajas ya etiquetadas mientras algunos voluntarios las apilan en el interior del remolque de forma ordenada, las más pesadas abajo, las bolsas con ropa en la parte superior, completando los huecos, con ayuda de escaleras.  Nadie para. Todo es actividad en este inmenso almacén de solidaridad. Preguntamos a uno de los miembros de Moia Ucrayina como están recibiendo esta avalancha de cariño y dos lágrimas de agradecimiento corren por sus mejillas. "Son ya muchos días de sufrimiento, de destrucción y nadie puede imaginar como necesitamos sentirnos útiles para quienes están allí, defendiendo nuestra patria, y como reconforta ver como se está volcando con nosotros la gente de Lucena, de todos los pueblos", asegura este ucraniano-lucentino. "No estamos solos", concluye. Poco a poco se va llenando el camión, fletado por el ayuntamiento lucentino para cubrir los casi cuatro mil kilómetros que separan la Subbética de la frontera entre Polonia y Ucrania. En el frontal un rotulo con la inscripción "Humanitarian Aid" y las banderas de Ucrania y España. "Cuando ven en las fronteras que es ayuda para Ucrania pasan sin ningún problema", asegura otro voluntario. Este sábado 17 toneladas de solidaridad y esperanza viajarán desde el sur de Córdoba hasta Polonia atravesando una Europa que se debate entre el estupor por una guerra injustificable y terrible y el temor a la internacionalización del conflicto. Allí, esperarán las furgonetas de distintos colectivos humanitarios ucranianos para trasvasar el contenido y acercarlo a los pueblos y ciudades que resisten la invasión rusa, a los hospitales y residencias, a las estaciones de metros y sótanos de edificios donde se esconden quienes no han querido o no han podido marcharse mientras fuera caen las bombas. Entre tanto, en Lucena, otro camión se estará cargando. Oksana Humeniuk, presidenta de la asociación Moia Ucrayina, solo acierta a decir ¡Gracias!