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No, no es mucho pedir cuando, lo que debiera ser y no es, es no tener que pedir.
Ya es terrible no poder vivir porque no se tiene trabajo pero, lo dejo a la opinión de cada cual, que podemos decir si, ¿aun teniendo trabajo, no podemos vivir?
A diario vemos como, merced a las políticas reales de aquellos que, en la oposición trazaron líneas rojas que jamás traspasarían en caso de gobernar, la sangrante realidad condena, aun teniendo trabajo, a no poder vivir con un mínimo de dignidad.
Cada día asistimos a las noticias sobre despidos, bajadas de sueldo y atropellos a los derechos de los trabajadores como consecuencia de las políticas de la derecha que, incumpliendo todo aquello que prometió mientras no gobernaba, muestra su verdadera cara.
Cierto es que no todos pueden recodar, es cuestión de edad, pero los que si recordamos sabemos quienes son, de donde vienen y a donde quieren llegar. Sabemos que es y como es la derecha y sabemos que, aun vestidos con piel de cordero, son, han sido y siempre serán, lobos. No, no es posible cambiar su naturaleza, lo dice la sabiduría popular, de raza le viene al galgo, en este caso lobo y, para ésta derecha, después de dos años de gobierno su pata social muestra, aun vistiéndose con una falsa piel de cordero, lo que verdaderamente son, depredadores de lo público.
España, espero que en alguna ocasión expliquen lo que para ellos es España, mejora, pero
¿para el que lleva años parado?, ¿para el que tiene trabajo pero ese trabajo pende de un hilo?, ¿para el que tiene que aceptar una rebaja de sueldo o irse a la calle?, ¿para aquel que no puede pagar la factura de la farmacia?, ¿para el que ve como lo expulsan de su casa?,¿para el que no puede mandar a sus hijos a la universidad?, ¿para el que no puede pagar la factura de la luz? En fin ¿Para quién va bien? Que cada uno responda según le vaya en la misa.
Pero, no hay discusión posible, va bien para aquellos que, vestidos con piel de cordero, actúan como siempre han actuado, como lobos. La derecha de este país, unas veces sin disimulo y otras, como es la ocasión con disfraz, siempre pero siempre siempre, está en su naturaleza, conduciéndose como lo que es, derecha pura y dura, partidaria, tanto si lo reconocen como si lo niegan, del privilegio de unos y de la exclusión social de la mayoría. Así de simple y así de claro y así nos va. Muy pero que muy bien para algunos y a los demás, pues eso
Juan M. Roldán
