El alcalde de Lucena, Aurelio Fernández, y el concejal de Obras, Javier Pineda, han valorado hoy positivamente la marcha de las obras que se ejecutan en la calle Catalina Marín.
Pineda ha destacado que la obra, que comenzó en diciembre del pasado año, avanza a buen ritmo a pesar de los contratiempos ocasionados por casi un mes de lluvias y podría estar concluida en agosto Y septiembre de este año. En los próximos días, está previsto que se pueda abrir al tráfico el primer tramo de la calle, desde El Agua hasta el cruce con la calle de la Aurora, que ya está prácticamente terminado, a falta de algunos detalles de señalización. Además, se trabaja a buen ritmo en la segunda fase, hasta la Calle San Marcos, y de forma inmediata se procederá con el inicio de los trabajos en el tramo final, desde San Marcos hasta Ejido Plaza de Toros.
Por su parte, Aurelio Fernández, expresó su satisfacción con el progreso de los trabajos y resaltó la importancia de esta obra para la mejora de la infraestructura urbana y la calidad de vida de los vecinos de la misma. Fernández subrayó que la intervención responde a la necesidad de renovar instalaciones de saneamiento y abastecimiento de este vial, que presentaba numerosos problemas de averías y fugas de agua, además de embellecer la calle.
El plazo inicial de nueve meses se ha visto ligeramente afectado por las lluvias, pero los responsables confían en que los trabajos concluirán dentro de los límites previstos.
UNA REFORMA LARGAMENTE DEMANDADA
La renovación de esta calle ha sido largamente demandada por los vecinos. Su ejecución había venido contando con partida en los últimos ejercicios presupuestarios, aunque distintos motivos retrasaron la redacción del proyecto y licitación de la obra.
Las obras de remodelación integral de esta importante arteria urbana están siendo ejecutadas por Construcciones Pavón, que presentó una oferta de 656.140 euros más IVA, que rebajaba sustancialmente el precio de licitación de esta actuación, establecido en 825.853 euros MÁS IVA.
El proyecto define una calle en plataforma única, sin acerados físicos, con dotación de arbolado y mobiliario urbano como bancos y jardineras en algunos tramos de la misma, así como la renovación de las instalaciones de saneamiento, abastecimiento de agua y alcantarillado. De otra parte, la remodelación supondrá la pérdida de unas 24 plazas de aparcamiento en superficie para adaptar la calzada y la zona reservada a peatones a las medidas reglamentarias.