Primer paso en firme para restañar la herida –en forma de derrumbe– sufrida el pasado 21 de septiembre por uno de los emblemas patrimoniales de la ciudad, el Castillo del Moral. Este lunes, la concejala de Patrimonio, Charo Valverde, ha anunciado la inminente ejecución de los trabajos de entibado de la cara exterior del muro. La actuación, declarada de emergencia, se centrará en estabilizar el lienzo sudeste desde su fachada exterior, evitando posibles desplomes y permitiendo liberar cuanto antes el tráfico, restringido en la zona, desde que se produjo este suceso.
“El expediente administrativo ha sido lento y tedioso, pero ya está firmado el decreto y la empresa adjudicataria puede comenzar los trabajos hoy mismo o mañana”, ha declarado Valverde, acompañada del arqueólogo municipal Daniel Botella. La sujeción provisional del muro se considera una intervención prioritaria para garantizar la seguridad de peatones y vehículos, a la espera de que se finalice el proyecto técnico para desmontar y reconstruir el muro desde el interior.
El coste de esta actuación inicial asciende a unos 11.000 euros IVA incluido. La elección de la empresa Construcciones Rafael Oliva, ha respondido tanto a su experiencia en este tipo de intervenciones como a su disponibilidad inmediata de medios humanos y técnicos. Al tratarse de una actuación de emergencia, no ha sido necesario el habitual procedimiento de licitación.
Paralelamente, ya se ha contratado un arquitecto para redactar el proyecto de reconstrucción del lienzo afectado. Esta fase incluirá el desmonte controlado de la parte colapsada y su posterior reposición con los sillares originales, en la medida en que puedan recuperarse. El importe final de esta segunda fase determinará si se opta por una licitación pública o una adjudicación por invitación a varias empresas.
“Sabemos que ha habido molestias por el corte del tráfico, pero la seguridad siempre debe primar. Lo importante es que ya estamos actuando, y no solo por la emergencia, sino porque esto sea el inicio de una restauración más integral del conjunto del castillo”, ha añadido.
Unas notas de historia
Ubicado en el corazón de Lucena, el Castillo de Lucena— es una fortaleza militar de origen andalusí construida en 1148 bajo el dominio almohade. Uno de los episodios más destacados de su historia fue la captura del emir nazarí Boabdil durante la Batalla de Lucena en 1483, quien fue encarcelado en la emblemática Torre del Moral, que también le da nombre.
Tras la pérdida de su función defensiva, el castillo se transformó en residencia nobiliaria. El Ayuntamiento de Lucena lo adquirió en 1926 a los duques de Híjar por casi 40.000 pesetas, pasando a ser protegido como Bien de Interés Cultural el 4 de junio de 1931. En 1946 se aprobó un proyecto para eliminar las partes que se habían construido en el siglo XVII y que habían hecho perder el carácter defensivo de la fortaleza. En 1984 comenzaron una serie de actuaciones para la recuperación del edificio como la cubrición de algunas zonas para su conexión a través del patio de armas, la utilización del patio de armas como espacio para espectáculos públicos (1986), la consolidación de la torre del Moral (1989) o la iluminación mural del castillo (1997).
Una vez se concluyeron estas necesarias fases de restauraciones, el castillo se adaptó para su conversión a Museo Arqueológico y Etnológico de Lucena, uso que comparte desde 2023 con el de Oficina de Turismo, sede de la Fundación de Ciudades Medias y espacio escénico. Las últimas restauraciones han ido enfocadas a diversas impermeabilizaciones de los muros y cubiertas, iluminación y la eliminación del cableado aéreo.