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Convertir una antigua nave industrial en un "Parque Temático del Hilo" es el objetivo en el que anda embarcado en estos momentos el artista lucentino Andrés Muñoz, que tras varios años de trabajo con la técnica del dibujo en hilo sigue en el empeño de difundirla y popularizarla.
Tras sus exposiciones sobre Don Quijote o la popular serie de dibujos animados "Los Simpson", Andrés Muñoz, inasequible al desaliento, lleva dos años volcando sus energías, su trabajo y parte de su patrimonio en conseguir convertir una nave industrial de unos 8.000 metros cuadrados en un espacio para la cultura, donde grandes y pequeños tengan la oportunidad de conocer su obra y, sobre todo, practicar la técnica del dibujo con hilo.
Con ayuda de distintas empresas que le han cedido materiales y con el dinero obtenido con la venta de algunos de sus cuadros o de la recogida y venta de productos reciclables como cartón o latas, han ido surgiendo de la nada distintas habitaciones, mesas de trabajo y mobiliario, un escenario, una cocina o diferentes espacios expositivos, que constituyen ya el germen de la iniciativa.
"La idea inicial es poder abrir el centro a los colegios, para que los niños puedan pasar un día en las instalaciones y conocer como se trabaja el hilo", señala Andrés Muñoz, que considera que la idea podría ser incluso generadora de empleo: "Basta con encontrar una fórmula para que este trabajo artesanal pueda ser interesante para que el mundo empresarial, por ejemplo, que regalen sus logos en hilo", asegura el promotor de la iniciativa, que ya ha ofertado algunos prototipos a numerosas empresas nacionales o clubes deportivos. "Además afirma Muñoz por las tardes, el centro podría convertirse en un espacio de trabajo e intercambio de ideas y experiencias para todo tipo de artistas, que encontrarían aquí un lugar ideal para desarrollar sus creaciones".
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El proyecto ha sido ya presentado a las autoridades locales para estudiar posibles vías de colaboración "aunque sin demasiado éxito por el momento". Además, este artista local ha dirigido cartas a numerosas fundaciones y entidades, desde Amancio Ortega, propietario de Zara, hasta el rey de España, Juan Carlos I y sigue en su empeño. "No se si tardaré un año o diez, pero voy a seguir adelante con la idea", comenta Muñoz.
UNA TÉCNICA POCO CONOCIDA
La técnica del dibujo con hilos de colores sólo se aprende en las cárceles. Andrés Muñoz la conoció por casualidad, durante la convalecencia de una grave enfermedad. que le obligó a cortar en seco su trayectoria empresarial. Desde ese momento las hebras de colores se han convertido en su principal entretenimiento, y sus manos han "tejido" durante una media de seis horas al día cientos de kilómetros de hilo para dar forma a un sinfín de personajes.
Tras trazar en papel los dibujos, se recubre éste con una cinta adhesiva ados caras. Después, y con ayuda de un cepillo dental, el hilo comienza a cubrir las zonas vacías en un proceso lento y minucioso que hace que haya empleado hasta 350 horas de trabajo en la elaboración de algunas de sus obras.
Ahora Muñoz espera que una empresa, institución o benefactor le apoyen en una iniciativa a la que ya ha dedicado un importante esfuerzo.
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