Las Cáritas de las cinco parroquias de Lucena atienden actualmente a cerca de 500 personas pertenecientes a más de 180 familias, el 80 por ciento de ellas de nacionalidad española. Además, entre 50 y 60 personas hacen uso diario del Comedor Social "Virgen de Araceli", lo que evidencia la existencia de situaciones de necesidad entre los vecinos de nuestra ciudad.
Ante esta realidad, el Centro de Orientación Familiar (COF) “San Juan Pablo II” ha puesto en marcha una nueva edición de su ya tradicional campaña navideña bajo el lema “Donativo a Familias Necesitadas”, con el objetivo de recaudar fondos que permitan sostener la labor solidaria de Cáritas durante estas fechas tan señaladas.
Desde el COF explican que la campaña tendrá únicamente un enfoque económico: “Los alimentos básicos están siendo cubiertos en parte por el Banco de Alimentos, pero siguen existiendo carencias importantes que no se cubren con esas donaciones. Además, el sostenimiento del Comedor Social requiere financiación constante”, señalan desde la organización.
La iniciativa ya ha comenzado con el lanzamiento del cartel oficial y la distribución de sobres solidarios en los centros educativos de Lucena, con el propósito de que los más pequeños participen activamente en la campaña. Asimismo, se realizarán visitas a comercios, empresas, instituciones y parroquias para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de colaborar.
Como acto central, el Centro de Orientación Familiar abrirá sus puertas los días 19 y 20 de diciembre, en horario de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas, en su sede de la calle Maristas nº 6, Bajo, para recoger los donativos.
Desde el COF se hace un llamamiento a toda la ciudadanía: “Sabemos que vivimos tiempos difíciles, pero la situación que afrontan muchas familias en Lucena requiere un esfuerzo extra de generosidad. No podemos permanecer indiferentes ante esta realidad”.
La campaña navideña busca, un año más, hacer de Lucena una ciudad más justa, donde ninguna familia pase necesidad durante la Navidad ni en los meses venideros. Gracias al respaldo de instituciones públicas y privadas, hermandades, asociaciones, centros escolares, empresas, el propio Ayuntamiento y numerosos ciudadanos anónimos, en años anteriores se logró que ninguna familia quedase desatendida.