Cuando lo políticamente incorrecto es el sentido común. El Centro Municipal de Servicios Sociales de Lucena se empequeñeció en la tarde de este martes ante la voz de Emilio Calatayud, juez de menores de Granada. Desde minutos antes de las 19:00 horas, momento fijado para el inicio de la conferencia "Educar en derechos y deberes: cómo ser padre en la sociedad actual", el salón municipal presentaba un aspecto inusual. Personas de diversa índole aguardaban sentadas, agachadas y de pie- las enseñanzas de un "padre y ciudadano", como se definió el ponente. El escritor y magistrado castellano-manchego subrayó su petición de un "pacto por el menor" y argumentó la urgencia de recuperar en la sociedad "el principio de autoridad".
La "pequeña charla" de Emilio Calatayud, organizada por la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural, fue un indiscutible éxito. Posiblemente porque los seguidores de este ejemplarizante juez escuchan ciertos mensajes que no reciben de sus representantes públicos. El ritmo enérgico, intenso y resuelto contribuyó al feliz resultado.
En su preámbulo avisó de que se expresaría con libertad y como ciudadano y padre. La disertación se extendió durante una hora y cuarto e incluyó pasajes descriptivos e ingeniosos. El carácter ameno y versátil que le imprimió provocó que el público se olvidara del reloj.
Emilio Calatayud criticó que España sea un país "sin término medio" y que las expresiones sean tan políticamente correctas que cueste trabajo entenderse. "Hay que hablar claro", sentenció.
Como persona se declaró "preconstitucional" y como padre "postconstitucional". Con un lenguaje sencillo y asequible, explicó que antes de la Constitución de 1978, los menores no tenían "ningún derecho" y ahora, con la Ley de protección jurídica del menor, "los tienen todos". Por ejemplo, se refirió a la "obligación de los mayores de garantizar los derechos de los menores".
En cualquier caso, distinguió a la familia "como la base de la sociedad". No obstante, recomendó a los padres que no sean "colegas" ni "amigos" de sus hijos, porque, así, se quedarían "huérfanos".
Reprobó taxativamente la reforma del artículo 154 del Código Civil y la retirada del punto en el que se permitía a los padres "corregir razonable y moderadamente a los hijos". Asimismo, recordó que en el 155 se plasman los deberes de los hijos. De entre ellos, destacó la obligación de "obedecer y respetar a los padres".
"Los niños no son iguales que los padres o los maestros", aseveró. El juez Calatayud mostró su conformidad con el "principio de autoridad" y propugnó el regreso de la tarima bajo las mesas de los docentes en las aulas. En la misma línea, censuró la expulsión de los niños de las escuelas. "Han de estar en los colegios o institutos y sí hay que sancionarlos, que se adopten otro tipo de medidas".
La mayor parte de los defectos de la sociedad española los achacó a los "complejos de joven democracia". Así, no consideró perentorio promulgar más leyes, sino aplicar las que hay. "No he visto a ningún alcalde que le hayan puesto una pistola en la cabeza para que establezca una zona para el botellón".
Entre los delitos que están aumentando, apuntó los maltratos de los hijos a los padres y de los perpetrados a través de los teléfonos móviles. En ambos caso, la tendencia es más acusada en las clases medias y medias-altas. Por otro lado, desveló que están aumentando las devoluciones de hijos adoptados internacionalmente. "Los menores son jóvenes y en los centros de internamiento se escuchan llantos por la noche, llantos de niños", añadió.
En presencia del alcalde de Lucena, Juan Pérez, y de los ediles de Fiestas y Servicios Sociales, mantuvo que "los móviles son una droga". "Si lo primero que haces al despertarte por la noche es mirar si tienes algún whatsapp, es que estás enganchado". "Es un instrumento muy peligroso para la comisión de delitos por parte de los jóvenes", advirtió". Para evitar situaciones desagradables, recomendó a los padres seguir las pautas contenidas en este contrato de iphone con amor: http://www.huffingtonpost.es/janell-burley-hofmann/a-mi-hijo-de-13-anos-de-p_b_2403273.html
El acto, patrocinado por La Obra Social "la Caixa", Infrinco, el Colegio de Abogados de Lucena, y la tienda de ropa Carmen Molero concluyó con un interesante turno de preguntas.
MANUEL GONZÁLEZ