A las nueve de la noche de este miércoles ha comenzado oficialmente la Feria Real del Valle 2021. Cinco jornadas plenas de fiesta con permiso del coronavirus en una ciudad que abre sus puertas a la comarca para disfrutar de unos días que suponen el punto y final al verano y que este año presentan como gran novedad la ausencia de la Caseta Municipal y la adaptación del recinto a las medidas anti-covid, con dos recintos acotados perimetralmente, uno para las atracciones feriales –que debe cerrar a las 2– y el segundo ocupado por cinco terrazas de verano de 600 metros cuadrados, gestionadas por cofradías, clubes deportivos y empresarios de hostelería y horario restringido hasta las 3:30 de la madrugada.
La Corporación Municipal, presidida por el alcalde, Juan Pérez, asistieron al encendido de la portada de feria y los 85 arcos de luz que componen el alumbrado especial de una feria atípica, en la que los conciertos se trasladan a la Ciudad Deportiva y en la que, a última hora, gracias al paso al Nivel 1 de alerta sanitaria será posible marcarse algún baile, siempre con mascarilla.
A nivel presupuestario, la Feria del Valle dispondrá para esta edición de partidas económicas inferiores a las de años previos a la pandemia. En concreto, la Concejalía de Fiestas invierte unos 53.000 euros, principalmente para la contratación de los artistas y equipos para conciertos. En cuanto a la iluminación, que se mantiene igual que en ediciones anteriores, el coste asciende a 29.500 euros.