Lo que parecía una obra menor del Programa de Fomento del Empleo Agrario (PFEA) ha acabado convirtiéndose en uno de los hallazgos arqueológicos más relevantes de los últimos años en Lucena. Bajo la Plaza Juan Ruiz de Castro Viejo, y tras la excavación de zanjas para una nueva red de saneamiento, aparecía una tumba tardo-romana en la que, finalmente, se ha constatado la presencia de restos de hasta ocho individuos.
Daniel Botella, arqueólogo municipal y responsable de la excavación de urgencia que concluirá esta semana, ha explicado que la tumba, de planta rectangular, está construida con mampostería, sillares y ladrillo, y constituye "el hallazgo más antiguo realizado en el casco urbano de la ciudad". Según el arqueólogo “lo que inicialmente pensamos que era un simple osario es una estructura funeraria que probablemente formaría parte de un cementerio asociado a una villa tardo-romana de los siglos IV al VII, un asentamiento rural que podría estar en el origen de Lucena”, ha detallado.
Ante la imposibilidad de conservar in situ la estructura, que se encontraba justo en la intersección de dos zanjas para conducciones subterráneas, y tras la inspección del arqueólogo territorial de la Junta de Andalucía, se ha optado por documentar, desmontar y trasladar la tumba al Museo Arqueológico de Lucena, donde se procederá a su reconstrucción. Los muros están siendo numerados ladrillo a ladrillo y se están realizando dibujos a escala 1:10, así como una fotogrametría detallada para asegurar una futura restitución exacta en el nuevo emplazamiento.
Este descubrimiento ofrece nuevas pistas sobre la presencia romana en la zona y podría alterar los mapas históricos de Lucena conocidos hasta ahora. “La ocupación más antigua documentada en el casco histórico de Lucena eran las excavaciones realizadas en 2005 y 2010 en la Plaza de San Miguel y en la Plaza Nueva, que nos llevaban al siglo IX y la etapa judía, pero esta tumba nos remonta cuatro siglos atrás", ha indicado Botella.
Se prevé que el proceso de desmontaje finalice en los próximos días, para que las obras de la plaza puedan continuar sin afectar al yacimiento.