Las calles de Lucena se llenaron de rojo, blanco y espíritu motero durante la tarde de este sábado con la celebración de la VIII Papanoelada Motera Solidaria, una cita ya imprescindible del calendario navideño. El rugido de las motocicletas se mezcló con villancicos, aplausos y miradas cómplices, mientras más de un centenar de motoristas, ataviados con el traje de Papá Noel, recorrían la ciudad sembrando sorpresa e ilusión a su paso.
El desfile, organizado por la Unión Motociclista de la Subbética con la colaboración del Ayuntamiento, volvió a demostrar que la Navidad también se vive sobre dos ruedas. Cada moto transportaba ilusión en forma de juguete nuevo y cada tramo del recorrido se llenó de vecinos asomados a balcones y aceras, móviles en alto, para inmortalizar una estampa que ya es parte del imaginario navideño de Lucena.
El recorrido concluyó en el kiosco de la música del Paseo de Rojas, donde Papá Noel recibió a los más pequeños, entregó los regalos en mano y posó para las fotos más esperadas de la tarde. Entre luces, risas y abrazos, la Papanoelada volvió a confirmar que no es solo un desfile motero, sino una auténtica caravana de solidaridad e ilusión que cada diciembre recorre la ciudad.