La presidenta del PP madrileño y de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha arremetido contra el Gobierno central diciendo que este está estableciendo un régimen de dictadura en España: “Las dictaduras entran a sorbos, poquito a poquito, de manera inocua, aparentemente inofensiva”. Esta tesis es admitida por su partido a nivel nacional, el que pretende gobernarnos desde una democracia limpia y transparente.
La democracia de la Señora Ayuso es el sapo, no el sorbito, que nos tuvimos que tragar cuando supimos que su hermano se había embolsado una suculenta comisión por la venta de material sanitario a la Comunidad de Madrid. En palabras de Pablo Casado: “La cuestión es si cuando morían 700 personas al día se puede contratar con tu hermano y recibir 286000 euros”. Yo no lo habría hecho dijo Casado. Pronunciar esta frase le costó el puesto. ¡Que poderío!
Es recomendable ver el documental “7291” que trata sobre las personas fallecidas, en residencias madrileñas durante lo peor de la crisis sanitaria, a causa de los llamados "protocolos de la vergüenza”. Verlo para conocer lo que pasó y evitar que tan triste historia pueda volver a repetirse. Son 7291 tragos del veneno de la democracia Liberal-Libertaria, que proclama Miley, y de la que se declara seguidora la Sra. Ayuso. Por cierto, siendo tan defensora de la libertad, ¿por qué envió una carta a RTVE para que no emitiera el documental?
Cuando el Sr. González Amador, un ciudadano particular y pareja de la Sra. Presidenta, admite haber defraudado a la Hacienda pública 350.951 euros que es dinero de todos los españoles, quieren darnos a beber un sorbo de su jarabe democrático que transforme al fiscal general del Estado en delincuente y al Sr. González Amador en víctima de una filtración que vulnera su intimidad. ¡Va palante!
El jefe de gabinete de la Sra. Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, amenazó por escrito, al periódico que publicó las exclusivas sobre el fraude fiscal de Gonzáles Amador, “un sr. particular”, con esta perla democrática: “Os vamos a triturar, vais a tener que cerrar”. ¡Viva la libertad carajo!. La cuestión es si poner toda la maquinaria de la Comunidad de Madrid al servicio de un procesado por defraudar Hacienda es mafia o es democracia
El pasado 28 de mayo se cumplieron 30 años ininterrumpidos del PP gobernando en Madrid. En estos 30 años la comunidad se ha convertido en un negocio. La gestión del agua, el suelo, los colegios, los hospitales, los centros de salud, las adjudicaciones públicas… Todo era susceptible de negocio para un PP cuya acción de gobierno siempre estuvo centrada en la destrucción de lo público para engordar lo privado. Vicepresidentes, consejeros, viceconsejeros, directores generales y gerentes de empresas públicas, además de un secretario general del PP, varios alcaldes y no pocos concejales han pasado por el banquillo de los tribunales y han sido condenados, no investigados o imputados, condenados. Solo los cargos que formaron parte de los gobiernos de Esperanza Aguirre acumulan ya más de100 años en diferentes condenas por corrupción.
Justo y democrático es reconocer que las madrileñas y los madrileños toleran bien los tratamientos, sorbidos, que la Sr. Ayuso les administra. ¡Enhorabuena Presidenta por su mayoría absoluta!
Y no olvidemos que al gobierno se llega con los votos de las diputadas y diputados en representación de la ciudadanía que los ha elegido, que todos los votos valen lo mismo. Y si el PP tiene prisa en llegar al gobierno por el bien de España, porque nos gobierna una mafia, que presente una moción de censura en los términos que establece la constitución y seguro que, de ser cierto su diagnóstico, encontrará el apoyo suficiente en el Parlamento. Si no presentan la moción de censura dejen de proferir calificativos gruesos e insultos contra el gobierno legítimo, porque ninguno de sus miembros está imputado y ni siquiera investigado. La mafia a lo mejor está en otros lugares. La viga en el ojo propio se ve menos que la paja en el ajeno.
