Las asociaciones medioambientales Mejorana y ENEA se han sumado hoy a las críticas a la poda de varios árboles en la ronda de San Francisco en el marco de las obras para la creación de un nuevo tramo de carril-bici. Ambos colectivos han hecho un llamamiento al equipo de gobierno y el conjunto de la Corporación Municipal, así como a la ciudadanía de Lucena, "para denunciar el último episodio de eliminación de arbolado urbano".
Mejorana destaca la eliminación de varios ejemplares de plátano de sombra, uno de ellos de gran porte y afirma que "es la dinámica que se viene sucediendo en nuestra ciudad" haciendo referencia a episodios anteriores y similares como la destrucción de arbolado de distintas especies en la avenida de la Infancia, la carretera de Cabra, la Huerta del Carmen o el Cascajar.
"Somos conscientes de que el urbanismo de una ciudad se somete a cambios para mejoras o adaptarse a nuevas necesidades y también de que se han creado nuevas zonas verdes y se han plantado nuevos árboles, pero cualquier proyecto debe buscar la integración de los elementos ya existentes, especialmente cuando se trata de árboles de gran porte, que son irremplazables y beneficiosos", señalan en un comunicado las dos asociaciones medioambientales lucentinas.
Mejorana y ENEA recuerdan a la corporación que, según la ONU, un árbol maduro absorbe 150 kilos de gases contaminantes cada año, actúa como filtro para partículas finas como el polvo, suciedad y humo, ayuda a enfriar el aire entre 2-8 grados, contribuye a mejorar la salud física y mental de los ciudadanos, aumenta la biodiversidad, regulan el flujo del agua y aumentan el valor económico de cualquier paisaje urbano o propiedad.
Las dos asociaciones destacan que la presencia de árboles en el entorno urbano es fundamental frente al escenario que se nos plantea con el cambio climático de temperaturas medias más altas y durante mayor periodo de tiempo, resultando esencial que el modelo de ciudad se adapte a esta situación, conservando y favoreciendo la existencia de los árboles, al tiempo que recrimina al Ayuntamiento que "se sume a agendas, manifiestos y demás declaraciones de intenciones por el medio ambiente, y permita, en la práctica, que cada vez tengamos menos árboles de gran porte en la ciudad".
