Así nos lo están demostrando; "hacen camino al andar". Estos últimos días, las madres lucentinas encuentran un hilo de esperanza con la subvención de 400 euros que el gobierno local otorga por nacimiento o adopción por hijo.
Siglos antes del día de hoy, su Santidad el Papa León XIII, en una de sus encíclicas, Rerum Novarum, hace referencia a la convivencia humana. Ninguna ley humana puede quitar a la pareja el derecho fundamental y primario que tiene al contraer matrimonio. "Creced y multiplicaos".
Mi domicilio está a dos metros de una guardería; cada mañana me gana la desilusión por el futuro cuando observo que cada comienzo de curso cruzan sus puertas menos niños acompañados de sus madres. Por la premura del trabajo, dejan a sus niños con todo el dolor de su corazón y la satisfacción de haber elegido ser madres. Con alegría, ya entrada la tarde, los abuelos esperan pacientemente tomar entre sus brazos con orgullo y besos ese montoncito de vida, que va a dar continuidad a su apellido.
Otros, en cambio, se alejan de la "convivencia humana" por una comodidad de vida elegida y llevan la desilusión a una madre cuando le muestran una mascota y le dicen: "¡Aquí tienes a tu nieto!".
Otras parejas se lo piensan al no tener las ayudas necesarias del gobierno para el sostenimiento del hijo o los hijos en los primeros años de su vida. En TVE pagamos con nuestros impuestos un programa para la adopción de mascotas. ¿Qué programa existe de sostenimiento humano y adopción de esos 70.097 niños que esperan pacientemente en distintos centros de España y familias de acogida?
Los gobiernos, buscando el voto fácil desde el escalón que pisan, entienden mejor gastarse sin límite millones de euros en abortos en la sanidad pública que apostar por el futuro de una nación, que son los niños.
Este apoyo de 400 euros puede parecer escaso, pero es una decisión tomada de buen gobierno.
Antonio Muñoz Calzado